Cada vez los cambios en el planeta tierra son más drásticos y evidentes. Poco a poco, vemos como glaciares milenarios van desapareciendo, las playas donde alguna vez guardamos nuestros recuerdos se han ido reduciendo y la tierra, antes fértil para la vida, se ha convertido en desierto. Sabemos que el cambio es normal, pero no tan rápido ni tan fuerte.
Por eso, cada vez que vemos en las noticias o bajo nuestros propios pies lo que está sucediendo, entendemos que hay que actuar. Pero primero es necesario comprender la situación para así tener las herramientas para tomar el mejor rumbo.
1. Todo parte del efecto invernadero: Lo primero que hay que saber sobre este proceso es que es un efecto natural del planeta causado por gases como el vapor de agua, el dióxido de carbono, el metano, en N2O y otros, que hacen que el planeta retenga cierta temperatura.
Naturalmente, hay producción de estos gases por la respiración, por la combustión, entre otros. Carlos Augusto Hincapie Llanos, Ingeniero agroindustrial, doctor en Biología y docente de la facultad de Ingeniería Agroindustrial, explica que:
2. Sí, la lluvia excesiva y las fuertes temporadas de frío hacen parte del cambio climático: A primera vista parece una contradicción que el planeta se esté calentando pero que haya lugares que estén experimentando más frío. Sin embargo, todo hace parte de una cadena de consecuencias.
Por ejemplo, el derretimiento del hielo de los casquetes polares e icebergs hace que se enfríen los mares que, posteriormente, causarán fenómenos de olas de fríos. Otro caso es la pérdida del permafrost que se encuentra en los glaciares del mundo. Este permafrost se puede definir como un hielo perpetuo que es el encargado de permitir que el agua se convierta y mantenga en forma de nieve. Una vez desaparece, el daño es irreversible.
A esto también se suma la ganadería ya que los animales rumiantes, sobre todo los bovinos, expulsan metano especialmente en forma de eructos en su proceso de nutrición. Soluciones como el silvopastoreo, la agroecología y la ganadería regenerativa, buscan hacer de la producción y el consumo de carnes y lácteos algo más sostenible.
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4. El alto porcentaje de residuos de alimentos influye en el aumento de gases invernaderos: Según la FAO (Food and Agriculture Organization for the United Nation), si se compararan los residuos de comida con un país, este sería el tercer país más generador de gases invernaderos. Deficiencias en el manejo postcosecha y en la comercialización, malas prácticas de consumo, falta de políticas para un buen manejo de basuras y la cantidad de desechos, hace que este sea un factor determinante.
5. Se perderán los arrecifes de coral…y mucho más: Las consecuencias del acelerado cambio climático son innumerables. Entre las más conocidas está el aumento del nivel del mar, lo que trae la pérdida de zonas costeras y el crecimiento de lugares desérticos debido a altas temperaturas.
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Y ahora, ¿qué se puede hacer?
Son muchas las estrategias que se pueden implementar. Por un lado, están las soluciones de adaptación, en donde se ofrecen soluciones que respondan a las necesidades actuales, tales como la búsqueda de variedades de plantas que se adapten rápidamente a los cambios de temperatura o la construcción de viviendas climáticamente más eficientes.
Por el otro están las soluciones de mitigación, como la reconversión energética, el uso de combustibles que arrojen menos dióxido de carbono, una agricultura y ganadería más sostenible, la implementación de electrodomésticos más eficientes y la reforestación. Esto en conjunto con políticas de gobierno conscientes y compromiso empresarial.
Sin embargo, para estos tiempos, incluso el más pequeño gesto es útil. Como individuo, empezar por hacer buen manejo de residuos y de la energía eléctrica, buscar medios de transporte más sostenibles y educarse en el tema, son grandes acciones que permitirán un mejor mañana.
