Agencia de Noticias UPB – Medellín. Desde los tiempos de Jesucristo se ha invitado a los fieles a llevar una vida consagrada. Es decir, vivir siendo humildes, castos y obedientes a los mandatos del Señor. Con el paso del tiempo, y los cambios de generación en generación, llevar una vida consagrada se ha convertido en una tarea cada día más difícil de cumplir.
Para llevar este estilo de vida, muchas personas deciden acudir a distintas Congregaciones y Comunidades en donde realizan votos de consagración, mediante la adaptación a los nuevos modos de vida y principalmente a partir de la promesa a Dios de dedicar la existencia a sus propósitos.
Para el Padre Gabriel Jaime no es nada fácil renunciar a lo que el mundo ofrece, pero es importante entender que llevar un camino de santidad y de vida consagrada es el mayor gozo para un seguidor del Señor. “Ser consagrado es un modo de vida, un estilo particular que mira de frente a Jesús, quien supo decir que para ser discípulo era necesario optar por la pobreza como un acto de seguimiento y de fe. Es ponerse de frente a Jesús que supo donarse en plenitud sin guardarse nada ni buscar privilegios y pudo encontrar en la cruz algo más que un suplicio y convertir el madero en árbol de gloria por su entrega”.
El Padre Tarcisio Hernando Gaitán, docente de la Facultad de Teología de la UPB, dice que la consagración significa aceptar y comenzar un proyecto de vida en el que los valores cristianos adquieren la centralidad total de la persona. Además, explica los valores y acciones que debe tener una persona que quiere consagrar su vida:
Para la vida consagrada, Dios sigue hablando en la Palabra para llamar a los religiosos y consagrados al seguimiento, e invitarlos al compromiso que hace ver las necesidades de la humanidad y permitir dar una respuesta más clara y evangélica al Señor mediante las acciones que se tienen en el día a día.
La Iglesia ha declarado que este 2020 es el año de la Palabra de Dios en memoria de san Jerónimo al cumplirse los 1600 años de su muerte. San Jerónimo el doctor de la Sagrada Escritura, quien no solo se apasionó en sus letras, sino que buscó que pudiera llegar a todas las personas por medio de la traducción de la Biblia al latín.
Es por esto que la Universidad Pontificia Bolivariana y la Arquidiócesis de Medellín, invitan a participar en la IV Semana de Formación de la Vida Consagrada, como una oportunidad para renovar el seguimiento que lleva hacía Jesús, a través de la formación y la escucha en torno a temáticas centrales de la vida religiosa. En el caso particular de la IV Semana de Formación de la Vida Consagrada, el tema central es: “La Palabra y seguimiento del Señor en la vida consagrada”.
“Los consagrados, como hombres y mujeres de Iglesia, deben reconocer que no es un año pastoral más en la suma de los calendarios de actividades, ni puede ser simplemente una sumatoria de actividades para que otros conozcan la Palabra. Más allá de eso, debe ser importante este año porque es un año para hacer memoria de una Palabra que nos salva, que nos llama y nos configura, de una Palabra que nos interpela y nos traza el horizonte para Ser, para Hacer y para Renovarnos”, concluyó el Padre Gabriel Jaime Gómez.
Finalmente, esta semana tiene el propósito de reflexionar acerca de la Palabra y el seguimiento en la vida consagrada. Además, recuperar los aspectos fundamentales del año de la Palabra de Dios y la acción del mismo en la vida de los consagrados y lograr difundir desde la universidad la Ciencia Bíblica.
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IV Semana de Formación de la vida consagrada
Por Kelly Vanessa Picón Marín, Agencia de Noticias UPB
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