Agencia de Noticias UPB – Medellín. La Bienal Panamericana de Arquitectura de Quito eligió como ganador del Premio Mundial – Hábitat Social y Desarrollo, al Tropicario del Jardín Botánico de Bogotá, proyecto diseñado por DARP, que busca educar y promover la conservación ambiental a través de una experiencia de reconocimiento y conexión con los ecosistemas que alberga.
La Bienal Panamericana de Arquitectura de Quito invita a discutir la arquitectura contemporánea a través de un análisis crítico de las obras que presentan la transformación de esta en relación con el entorno y la ciudad, por ello su categoría Premio Mundial – Hábitat Social y Desarrollo escoge a los proyectos que, tomando en cuenta lo público/colectivo, se enfocan en situaciones sociales y ambientales, y desarrollan propuestas para el bienestar.
DARP, agencia fundada por los egresados de Arquitectura de la UPB, Jaime Eduardo Cabal y Jorge Buitrago, desde el 2014, se encargó del diseño arquitectónico y la supervisión de la obra del Tropicario del Jardín Botánico de Bogotá, proyecto que fue reconocido como ganador de esta categoría y que propone la recreación del bosque seco, bosque húmedo, plantas útiles especializadas, Amazonas, Chocó y superpáramo como parte de una expedición botánica a lo largo de distintos ecosistemas del país para incentivar la protección y puesta en valor de estos.
El Tropicario se plantea como un proyecto en el que se fusionan lógicas ambientales y objetivos recreativos, educativos y de espacio público, gracias a, según Jorge, explotar al máximo la idea de recorrer y conocer a partir del caminar por los diversos ecosistemas que tienen diferentes alturas, temperaturas y humedad, y funcionan como secciones articuladas por un humedal artificial que representa al lugar donde se emplaza, Bogotá.
En esa reconciliación y relación entre aspectos ambientales y culturales empezaron a explorar conceptos para que el proyecto funcionara, no como un edificio, sino como una arquitectura que pretende ser descubierta por los visitantes, cambiando la percepción de que la edificación es un solo elemento y planteándola como el conjunto de una sucesión de recintos que se unen por transiciones en un trayecto lineal que tiene un punto de inicio y un punto de salida.
Lo anterior les dio la posibilidad como arquitectos de presentarle a las personas un espacio en el que se pueden involucrar con la vegetación y relacionarse con ella de manera diferente consiguiendo, de otras formas, información sobre la condición ambiental que se quiere preservar.
Jaime afirma que el Tropicario se pensó para que interprete la Sabana de Bogotá y que, además de cumplir con las condiciones técnicas para recrear los ecosistemas, es un espacio que cumple la función de un equipamiento que se vincula con la comunidad apostándole a la concientización y al reconocimiento de la diversidad ambiental con la que cuenta el país.
Finalmente, ambos arquitectos egresados de la UPB expresaron que obtener este premio es un honor porque en la Bienal Panamericana de Arquitectura de Quito se eligen proyectos con un muy buen alto nivel, y afirmaron que este también es un reconocimiento para la arquitectura colombiana que, de acuerdo con Jorge, en esta última década ha logrado posicionarse a nivel de países tan fuertes en este tema como México.
Por Estefanía Pérez Botero. Agencia de Noticias UPB.
Resolución 020198 del 31 de octubre de 2024 por un periodo de 8 años
Universidad sujeta a inspección y vigilancia por el Ministerio de Educación Nacional.
Otorgado por el Ministerio de Educación Nacional. Nit UPB: 890.902.922-6. Todos los derechos reservados