Retos frente a la salud mental en tiempos de cambio

Agencia de Noticias UPB – Medellín. En estos tiempos de constante cambio, ha sido un reto para los individuos y la sociedad adaptarse a las nuevas circunstancias, dándole más importancia y el debido cuidado a los comportamientos y la salud mental. La migración a la virtualidad ha sido un reto para la humanidad en todos los ámbitos, esto implicó que los profesionales de la salud mental también tuvieran que adaptarse a una nueva modalidad de teleconsulta. 

La atención psicológica por estos días se está llevando a cabo por medio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), manejando una asesoría de manera virtual o telefónica, esto con el objetivo de seguir  brindando apoyo y acompañando a los pacientes. 

Para Katherine Puerta, psicóloga de Bienestar Universitario de la Universidad Pontificia Bolivariana, el quehacer psicológico siempre ha privilegiado la presencialidad por un asunto muy importante y tiene que ver con la importancia que el profesional en esta área le da al contacto con el otro, pudiendo así realizar  una evaluación integral de la persona que se atiende, tenido en cuenta no solo lo que el paciente dice, sino cómo lo dice, la postura que adopta y el estado de ánimo que puede llegar a ser  muy visible. “El reto más grande en estos momentos ha sido perder ese contacto directo con el otro, porque en muchas ocasiones el paciente prefiere no activar la cámara o por lo contrario no cuenta con esta herramienta”. 

Un gran reto de adaptación tiene hoy tanto los profesionales de la salud mental como los pacientes al no tener un espacio óptimo en casa para la consulta, que sea íntimo, cómodo y tranquilo, donde se pueda dialogar de forma privada y sin ningún miedo a ser escuchados por los demás integrantes de la familia. 

“Hoy tenemos que adaptarnos a las condiciones, es muy importante en esta nueva modalidad agudizar la escucha, es el elemento y factor clave en la teleconsulta, así se puede lograr hacer una buena identificación de las circunstancias y enrutar de la mejor manera a los pacientes”, agregó la psicóloga Puerta. 

“Como psicólogos, tenemos varias herramientas o instrumentos de trabajo que tiene que ver con nuestros sentidos y los de la persona que acompañamos, en este contexto ha sido un reto y un momento de aprendizaje hacer mucho más énfasis en el instrumento de la voz, la manera en la que se pone énfasis en lo que se dice y el tono que se utiliza, permite establecer ese contacto y esa interacción con el otro en una asesoría y finalmente la escucha que independientemente de que se esté virtual o presencialmente siempre será un elemento fundamental del acompañamiento psicológico”, manifestó Natalí Velásquez, psicóloga de Bienestar Universitario de la Universidad Pontificia Bolivariana.

“El virus es un factor que influyó a gran escala a que emocionalmente se dispararan patologías y necesidades de las personas, el momento de adaptación que estamos viviendo, la pregunta de cómo van a seguir los procesos académicos y laborales ha incrementado los casos de ansiedad, preocupación, estados de ánimo y depresión. El hecho de la gente estar confinada a nivel familiar, aprender a convivir todo el tiempo junto a la familia y establecer responsabilidades, son cosas que antes no pasaban, y el tener ahora que pensar en esos ajustes y negociaciones en familia, lo mismo en las parejas, ha generado mayores preocupaciones y miedos en las personas”, comentó Luisa Guisao Quiroz, psicóloga de Bienestar Universitario de la Universidad Pontificia Bolivariana.

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Así mismo, esta situación ha traído incertidumbre, presiones económicas, rutinas diarias alteradas y aislamiento social. A esto se suma el exceso de información y la información errónea que día a día llega ha oído de las personas, influyendo a gran escala a que emocionalmente se disparan patologías y necesidades de la salud mental. 

 

 

Por otra parte, Katherine Puerta expresó que “las patologías más sobresalientes son dificultades asociadas a la ansiedad y estados de ánimo que genera esta nueva manera de vivir. Problemas asociados con la virtualidad, donde las personas expresan, no me rinde el tiempo, no tengo espacio en mi casa, no cumplo con los objetivos, mucho estrés; la virtualidad implicó más carga tanto en el trabajo como en el estudio, problemas familiares, problemas comunicacionales, de convivencia, maltrato y tener la familia lejos también implica mucha carga emocional”.

Para la psicóloga Puerta “esta circunstancia ha hecho que la gente vea que no hay nada de malo en pedir apoyo, a veces a los seres humanos se les dificulta bastante reconocer que necesitamos ayuda, que alguien los escuche, oriente, enrute. Para muchas personas el hecho de una cita con el psicólogo y asistir de forma personal es complejo, la virtualidad posibilita mucho que la gente se dé la oportunidad de poder tener un apoyo. Esta situación hace a las personas más conscientes y el servicio se valora más, ese es un punto a favor”. 

Igualmente, Guisao Quiroz aseguró que “los casos son diversos, hay personas que se acercan más en estas circunstancias porque se sienten más afines con la tecnología y a la virtualidad de tener una videollamada, conversar por un chat o medio telefónico. Como también están las personas tímidas que creen que cómo funcionaría esto si no hay un contacto físico”. 

Finalmente, la psicóloga Natalí expuso la importancia de “que cada persona haga una evaluación hasta el momento de cómo ha vivido este periodo de cambio, cómo lo ha asumido desde el lugar en el que se encuentra, identificando los asuntos que puede valorar de manera positiva e identificando los asuntos que no están bien y que a largo o medio plazo puede afectar, invito a las personas a que activen las redes de apoyo, quienes son todas aquellas personas, instituciones o servicios a los cuales podemos recurrir para recibir una asesoría, un momento de escucha o consejería”.  

Por Estefanía Hernández Cavadía, Agencia de Noticias UPB – Medellín.