Agencia de Noticias UPB - Medellín. Durante los meses que duró la cuarentena en Colombia, un tema recurrente de conversación eran las condiciones que representaban un riesgo para las personas si se contagiaban con COVID-19. Entre las más repetidas por fuentes oficiales y medios fueron la edad avanzada, tener enfermedades que comprometieran el sistema inmune, tener diabetes, hipertensión y ser obeso. Pero, ¿por qué se considera la obesidad un factor de riesgo frente al virus?
La revista científica Repertorio de Medicina y Cirugía de la Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud, expone un informe del Servicio Nacional de Salud de Reino Unido que indica que el 63 % de los pacientes con COVID-19 que requerían una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) tenían sobrepeso, obesidad u obesidad mórbida.
Así mismo, la Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes & Metabolismo expuso que en Seattle, Estados Unidos, de una muestra de 24 personas infectadas el 85 % de los adultos con obesidad requirió ventilación mecánica y el 62 % fallecieron. De los adultos sin obesidad, en cambio, solo murió el 36 %.
Pero, ¿cómo se define exactamente a la obesidad? El Ministerio de Salud de Colombia la define como un desequilibrio entre la cantidad de energía que se ingiere y la cantidad que usa una persona. Para Álex Ramírez Rincón, especialista en Endocrinología- Diabetes y Metabolismo del Adulto y docente de la Universidad Pontificia Bolivariana, ésta es en sí misma una enfermedad y “refleja una condición funcional anómala que es la adiposidad: acumulación de tejido graso en el cuerpo. La mayoría de las veces esa adiposidad se concentra a nivel visceral, rodeando los órganos internos”.
Según el Ministerio de Salud, este desequilibrio comienza una vez el peso corporal es 20 % o más, mayor en proporción a la talla del paciente.
Para el Doctor Ramírez el diagnóstico de la obesidad depende del Índice de Masa Corporal (IMC) que, “es coger el peso y dividirlo por la talla al cuadrado, eso nos da unos puntos de corte, una clasificación, si está por debajo de 19 el paciente tiene bajo peso, si está entre 19 y 25 tiene peso normal, si está entre 25 y 30 tiene sobrepeso, mayor de 30 hasta 35 es obesidad grado 1, de 35 a 40 obesidad grado 2, de 40 a 50 obesidad grado 3 y de 50 a 60 es algo que se llama súper obesidad”.
Según la Encuesta Nacional de la Situación Nutricional (ENSIN) en Colombia:
Todos los porcentajes presentan una tendencia al alza entre 2005 y 2015, año en el que se realizó la última encuesta. Las mujeres son las más propensas a sufrir dichos desequilibrios.
El sobrepeso u obesidad es motivo de vulnerabilidad, no solo frente al COVID-19, sino también frente a múltiples enfermedades, entre las cuales están las respiratorias. Es frecuente que los pacientes con obesidad se vean afectados mayormente por los varios tipos de influenza. Según la Revista Repertorio de Medicina y Cirugía, en 2009, entre los pacientes hospitalizados en el Estado de Nuevo México, Estados Unidos, por la influenza H1N1, el 46 % tenía obesidad y el 56 % de los que requirieron intubación tenían obesidad severa.
Para el Doctor Ramírez, son tres los motivos principales por los que la obesidad agrava las infecciones respiratorias:
El primero es a nivel mecánico, “para expandir los pulmones tiene que hacer que el diafragma se amplíe lo suficiente para que el pulmón se llene de aire. Si se tiene mucho volumen abdominal, se puede no tener excursiones del diafragma lo suficientemente buenas para que los pulmones se expandan y haya un intercambio de oxígeno y de dióxido de carbono. Los pacientes con ciertos grados de obesidad tienen una disminución en la capacidad pulmonar”.
El segundo es el componente inmunológico. La obesidad provoca que el paciente se vea inmunocomprometido y no pueda enfrentar las infecciones de la misma forma que una persona sana e inmunocompetente, “las defensas del paciente con obesidad no actúan bien, pueden ser o ineficientes, o muy descontroladas. Se disparan más de lo que se deberían disparar, o no alcanzan a reaccionar al paso del virus”.
Finalmente, Ramírez asegura que “todo ese proceso metabólico interno que tiene la obesidad desencadena procesos inflamatorios, bioquímicamente y fisiológicamente hablando, el paciente con obesidad está inflamado, y esa inflamación en el cuerpo hace que no responda de la manera más adecuada a infecciones”.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), para el año 2016 había 1900 millones de adultos con sobrepeso y más de 650 millones con obesidad. “Paradójicamente las enfermedades metabólicas como la obesidad, tienen una gran prevalencia en los países en vía de desarrollo como el nuestro. Resulta que es producto no solo de la occidentalización o del alto consumo de comida chatarra, sino que es resultado de la malnutrición”, aseveró el doctor Ramírez.
En Colombia, según la ENSIN, las regiones con mayor índice de exceso de peso son la pacífica, con un 59,5 % y la amazónica, con un 58,8 %, siendo también estas las regiones con el mayor índice de inseguridad alimentaria, con un 57,4 % la pacífica y un 64 % la amazónica.
Por Pablo Andrés Restrepo López, Agencia de Noticias UPB.
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