Agencia de Noticias UPB - Medellín. La nanotecnología ha desarrollado mejoras en la industria alimentaria, en especial para el aprovechamiento de los residuos del cacao gracias a un nuevo proyecto que busca obtener nanocelulosa de la cascarilla y cacota del cacao a través de una caracterización físico química de la cascarilla y de los metales pesados que la componen.
La nanocelulosa son fibras imperceptibles para el ojo humano, pueden tener diámetros de 20 a 60 nanómetros. Un nanómetro equivale a una mil millonésima parte de un metro.
Dicho proyecto, que se encuentra en etapa inicial, se lleva a cabo por investigadores de las facultades de Ingeniería en Nanotecnología, Ingeniería Agroindustrial e Ingeniería Química, pertenecientes al Grupo de Investigaciones Agroindustriales -GRAIN- y al Grupo de Investigación sobre Nuevos Materiales -GINUMA-, de la Universidad Pontificia Bolivariana, en alianza con la Compañía Nacional de Chocolates.
A pesar de los grandes beneficios económicos que representa la producción de cacao para el país, también genera una gran cantidad de residuos, aproximadamente 400.000 toneladas anualmente, debido a que la producción cacaotera solo aprovecha un 10 % del fruto y el 90 % restante son residuos, es así como a través de la agroindustria y la nanotecnología dichos residuos se pueden utilizar para obtener beneficios en la alimentación.
La cascarilla del cacao y la cacota que anteriormente se desperdiciaban, ahora serán usados en formulaciones para preparación de chocolates y masas de galletas; este tipo de investigaciones ya se habían realizado anteriormente en la UPB con aplicaciones exitosas, un ejemplo de ello es la creación del helado resistente al clima con nanofibra de banano
Según la FAO (Food and Agriculture Organization) entre los años 2013 y 2016, Colombia sembró entre 155.551ha y 165.844ha (hectáreas), con un rendimiento promedio de 317kg de cacao por ha y una producción que osciló entre 46.739 y 56.163 toneladas de granos de cacao; y entre 467.390 y 561.630 toneladas de residuos, indicadores que se estima incrementen con el posacuerdo.
Un modificante reológico es una sustancia que se le adiciona a las formulaciones alimenticias para permitir que estas fluyan y se puedan verter cuando se les aplica una fuerza.
Actualmente en Colombia estos residuos que son desechados no tienen ningún tratamiento ni procesamiento, a pesar de que representan una fuente de obtención de diferentes materias primas con aplicaciones en industrias como la farmacéutica, cosmética y de alimentos, así lo afirmó Catalina Gómez, investigadora principal del proyecto: “Por lo general, estos residuos simplemente son dejados en el campo y pueden generar incluso plagas hacia los cultivos de cacao, en otros casos lo que hacen es usarlos para generar alimentos para los animales, pero eso no tiene ningún valor agregado. Nosotros hemos identificado que este tipo de residuos contienen una estructura que tendría utilidad en un montón de industrias, como la de alimentos y lo trabajamos en alianza con Nacional de Chocolates”.
La Universidad Pontificia Bolivariana se ha convertido en referente en el campo de la nanotecnología en alimentos, desde la Facultad de Ingeniería Agroindustrial con el apoyo de investigadores del programa de Ingeniería en nanotecnología, “tener una alianza con la industria posiciona a la universidad aún más en el aprovechamiento de residuos industriales para el desarrollo de nanotecnología, somos capaces de aprovechar los productos de nuestra agroindustria colombiana y de un producto como el cacao, que es un producto nacional y de gran calidad”. agregó Catalina.
De este proyecto forman parte los investigadores: Catalina Gómez Hoyos, como investigadora principal; Lina María Vélez y Robin Zuluaga Gallego, de la Facultad de Ingeniería Agroindustrial; Jorge Andrés Vélez Cook, de la Facultad de Ingeniería en Nanotecnología, Piedad Gañan Rojo, de la Facultad de Ingeniería Química; Angélica María Serpa, estudiante de doctorado; Luis Felipe Ruíz, estudiante de maestría; y las estudiantes de pregrado Paulina Mazo y Manuela Jaramillo. Igualmente, Lucas Penagos, investigador principal de la Compañía Nacional de Chocolates
Por Daniela Montoya Torres - Agencia de Noticias UPB
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