Agencia de Noticias UPB - Medellín. Raúl José Vega Benítez es estudiante de Historia de la Universidad Pontificia Bolivariana y deportista de baloncesto paralímpico. Hace 26 años nació en el municipio de Caucasia, Antioquia, lugar en donde transcurrió sus primeros años de vida al lado de su familia. En este mismo lugar, a los 5 años de edad sufrió un accidente de tránsito en compañía de su hermano. Como consecuencia del accidente, Raúl perdió la movilidad de sus piernas.
Luego del accidente, la vida de Raúl continuó entre las rutinas diarias de ir a estudiar en el colegio Marco Fidel Suárez. El deporte aún no estaba dentro de sus planes y, aunque algunas personas quisieron iniciarlo en la natación, este no fue el deporte que le atrajo. Fue en el colegio en donde un día uno de sus compañeros de clase le planteó la idea de practicar baloncesto. “Fui a ver una práctica y me llamó la atención aspectos de este deporte como el contacto, el manejo del balón y el lanzamiento”, agregó Raúl.
La carrera deportiva de este joven inició en el club Italsup cuando tenía 18 años de edad y, posteriormente, formó parte de la Selección Antioquia, la cual le dio la oportunidad de participar en distintas competencias en varios lugares. De esta manera, para Raúl llegó la oportunidad de alcanzar el máximo nivel y fue pertenecer a la Selección Colombia de Baloncesto Paralímpico, con la cual en la etapa de preselección obtuvo la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de la Juventud en Buenos Aires, Argentina.
A partir de ese momento, para Vega continuaron las participaciones deportivas en torneos como los Suramericanos en Cali en donde ya integrado a la Selección Colombia fueron acreedores del tercer puesto ganando el bronce en esta competición. Recientemente obtuvieron el tercer puesto en los Juegos ParaPanamericanos de Lima 2019 que se disputaron en septiembre, en el que su hazaña les otorgó la clasificación a los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020.
Para Raúl Vega haber alcanzado este logro le da una sensación enorme de alegría porque el apoyo de su familia, amigos, compañeros, docentes y miembros de la Universidad Pontificia Bolivariana, lo han encaminado a trabajar por los proyectos que ha construido y por lograr las metas que aún se plantea dejando a un lado los obstáculos y dificultades que se le han presentado.
Por Luisa Fernanda Monsalve Jiménez, Agencia de Noticias UPB.
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