Manuela le sonríe a la vida con su admirable lucha
Agencia de Noticias UPB - Medellín. Encender el televisor y ver a Manuela Estévez presentando las noticias del canal local Telemedellín ha generado tantas emociones en los televidentes que muchos, sin importarles realmente las complicaciones de salud por las que ella está pasando en la actualidad, dan por hecho el acto de valentía de esta joven mujer, egresada del programa de Comunicación Social-Periodismo de la UPB.
Son las cartas y los mensajes que muchos le hacen a la presentadora lo que la motiva a seguir luchando, pues más que sentir lástima por la esclerodermia que padece desde hace un año, a Manuela lo que realmente la motiva es el apoyo y las sonrisas de la gente.
Pero ella ya era reconocida desde mucho antes por su notable participación en producciones de los canales regionales en Medellín. Siendo estudiante, sirvió como presentadora de eventos y programas de televisión.
“Cuando estábamos en clases normalmente a nadie le gustaba el rol de presentar, yo decía que no sabía cómo hacerlo pero que lo hacía y me fue tan bien que resulté trabajando en el programa Modos y Moda de Teleantioquia”, comenta Manuela, quien añade que siempre ha tenido la oportunidad de trabajar en este medio.
De su época de universitaria recuerda la antigua cafetería de Doña Rosa, las actividades lúdicas y recreativas en el campus y profesores como Nicolás Chalavazis y Patricia Ibarra. Tan apasionada se volvió por el deporte que ella misma afirma ser una de las primeras usuarias del Gimnasio de la UPB, tanto así que al final de su pregrado, era común encontrarla de ropa deportiva.
La UPB, en palabras de Manuela, le dio las bases para ser la profesional que es en este momento, le dio su segunda familia conformada por amigos y colegas, y lo más importante que son las enseñanzas y las mejores experiencias que quedan en la memoria: “Un agradecimiento profundo por esta institución”.
La energía que irradia, producto del proceso que ha vivido de aceptación y coexistencia con su enfermedad, le ha valido una calidad humana que se replica entre sus mismos compañeros. En Telemedellín, según lo afirma, le han tendido la mano en los momentos más difíciles, inclusive, antes y después del trasplante de médula al que se sometió el pasado 25 de junio, el canal la ratifica como una de sus presentadoras.
Verla sonreír frente a la cámara, hablando con completa naturalidad y con sus movimientos de manos y gestos que dibujan la noticia con sus sentimientos, reflejan el profesionalismo de la joven presentadora.
Hoy confiesa que encontró a Dios gracias a la fe que empezó a tener en los ángeles, a los cuales recurre para agradecer o para ayudarla en los momentos más difíciles. Aunque se encuentra muy bien de salud, existen momento en los que, como cualquier ser humano, Manuela ha sentido miedo y temor, por eso esta conexión divina le ayuda a meditar y tranquilizar su cuerpo.
El estrés del día a día de un noticiero también pueden complicar su estado de salud, pero ella comprendió que fuera en el noticiero o en cualquier otro lugar, se vería sometida a cambios de ánimo, por lo que aprendió a llevar un balance en su vida: “Debes aprender a disfrutar lo que haces y comprender que solo es una hora de noticiero”.
Después de haber vivido un proceso de aceptación de pérdida con su cabello y observar cómo los televidentes le dan ánimos para seguir sonriendo, Manuela seguirá en la pantalla chica informando a los medellinenses y habitantes del Valle de Aburrá sobre el acontecer diario, mientras ella sigue responsable con su recuperación, esperando que esa enfermedad que la ha hecho más fuerte como ser humano, jamás despierte.
Por Jorge Andrés Jaramillo, Agencia de Noticias UPB
