Olfatómetro del GIA mide características de los olores
Agencia de Noticias UPB - Medellín. La UPB es pionera en la medición de los olores ambientales en Colombia con su Grupo de Investigaciones Ambientales (GIA), por medio del cual ha desarrollado mediciones para empresas y ha acompañado al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible en la creación de la resolución 1541 del 2013 para el control de olores ofensivos en Colombia.
Los olores ofensivos son los que, aparte de presentarse molestos a la comunidad, pueden resultar nocivos para los ciudadanos. Para llevar a cabo estas mediciones el GIA cuenta con un Laboratorio de Olfatometría donde se estudian y miden los olores.
¿Cómo se realizan las mediciones?
El GIA y su equipo calificado se dirigen a la fuente de las emisiones con equipos de alta tecnología, donde toman muestras de aire por medio de bolsas térmicas especializadas en donde se encapsula el olor. Una vez de vuelta al laboratorio, los panelistas (personas que participan de la medición) se sientan frente al olfatómetro, y la persona a cargo de la medición va soltando diluciones del olor encapsulado a cada uno de ellos. Cada panelista califica el olor a medida que va siento soltado. Esta medición va acompañada de preguntas a la ciudadanía cercana al lugar, esto permite ver el nivel de percepción del ciudadano de a pie.
Luego de realizar la medición y dependiendo de los resultados, el GIA analiza si la fuente de las emisiones se puede considerar ofensiva o no.
Los panelistas que participan de las mediciones deben tener algunas características específicas. “No deben fumar, tampoco deben estar en estado de embarazo, no pueden estar en estado de embriaguez, entre otras cualidades. Sus sentidos del olfato deben estar debidamente calibrados y se someten a pruebas y ‘entrenamientos’ semanales previos a las mediciones”, explicó Luis Fernando Acevedo Cardona, integrante del GIA.
Este olfatómetro es único en Colombia y cuenta con alta precisión en la medición de la concentración de las emisiones.
Frank Ospina, ingeniero químico e integrante del GIA, aseguró que “la Universidad empezó a indagarse sobre qué pasaba con la contaminación en Colombia y a partir de eso se generaron tesis acerca de cómo se podrían evaluar los olores ofensivos en una comunidad. El laboratorio se creó inicialmente para responder a la necesidad de investigación alrededor del 2005”.
Por Laura Restrepo Cárdenas, Agencia de Noticias UPB
