Agencia de Noticias UPB - Medellín. En el marco de la celebración de su octogésimo segundo aniversario, la Universidad rindió un homenaje especial de gratitud y reconocimiento a sus empleados y dependencias con aniversario especial.
Las distinciones, más allá de ser un acto protocolario, simbolizaban el tiempo de esfuerzo y sacrificio que cada empleado de la UPB ha depositado en el quehacer de su vocación para construir una comunidad integral en valores y profesionalismo.
Sandra López Muriel, coordinadora de Gestión del Conocimiento, afirmó que para ella la universidad es un espacio en el cual ha pasado la mayoría de los años de su vida, siendo también un sitio en el cual cree mucho por su misión de humanismo cristiano. “Son 25 años de amor profundo por esta institución y por su razón de ser, es decir, la educación, la investigación y el desarrollo del ser humano”.
De igual modo, el docente de Ingeniería Química, Germán Camilo Quintana, definió la universidad para sí mismo como si fuese vida, puesto que aquí ha pasado más de 20 años en los cuales se desarrolló como persona, aprendió lecciones muy valiosas y conoció gente maravillosa que lo hicieron crecer y alcanzar sus metas.
“Llegué a la universidad el 17 de marzo de 1988, estoy cumpliendo 30 años y representa para mí toda una vida porque aquí vi crecer a mis hijas, aprendí muchas cosas, cometí errores, pero también he tenido demasiadas alegrías, además he contado con excelentes compañeros, excelentes jefes y excelentes directivas, adicional a eso pertenezco a la Brigada de Emergencias y aquí soy inmensamente feliz”, mencionó Flor Ángela Ortega Jaramillo, secretaria del Centro de Desarrollo Empresarial.
Asimismo, Carlos Builes, docente de Ingeniería Mecánica, argumentó que la Universidad es la extensión de la casa. “Yo llevo en este campus 47 años porque estoy desde primero de primaria y llevo 30 años de empleado, entonces aquí he presenciado las transformaciones físicas de las instalaciones lo cual me ha permitido conocer de cerca cada rincón. También he tenido una experiencia muy bonita porque he estado en las dos esferas, lo administrativo y lo académico y eso me ha sido bastante enriquecedor”.
Para Claudia Guerra Londoño, líder del Centro de Tecnologías de Información (CTIC), la UPB es referente de compromiso y entrega. “A la universidad le debo todo lo que soy profesional y personalmente, porque formó mi capacidad de poderle a ofrecer a los demás lo que he aprendido en estos claustros durante 25 años de servicio, donde he compartido con mi familia, mi esposo y mis hijos”.
Uno de los conductores de la Universidad, Andrés Soto Restrepo, explicó que gracias a este lugar ha sido persona, ha tenido la oportunidad de salir adelante e impulsar a su familia, hecho que lo llena de gratitud al pensar en sus 25 años en la institución y la certeza de sentirse orgullosamente UPB.
Finalmente, empleados con una trayectoria de 20, 30 y hasta 40 años de servicio convergieron en un fraternal encuentro que visibilizó algunos de los valores que caracterizan a la comunidad UPB, misma que no tendría tal éxito de no ser por la perseverancia e ingenio de sus empleados.
Por Michelle Acevedo Vélez - Agencia de Noticias UPB
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