Estudiantes de distintas regiones buscan la transformación social en su territorio

Disponible en:Medellín19 oct. 2020

Agencia de Noticias UPB - Medellín. La Universidad Pontificia Bolivariana cuenta con estudiantes de diferentes partes del país que llegan a la ciudad de Medellín a realizar su formación académica. Este es el caso de cinco estudiantes de Trabajo Social que decidieron formarse profesionalmente lejos de casa, de su familia y de sus costumbres para cambiar situaciones en el lugar que crecieron.

Todos expresan que han tenido el apoyo de sus familias; sin embargo, cuentan que ha sido muy difícil el hecho de dejar sus tierras, de vivir solos, de no ver a sus familias por varios meses, incluso 1 año. Se les ha dificultado acostumbrarse a las dinámicas de Medellín, a la comida, el choque cultural que para algunos ha sido muy fuerte.

Edwina Henry Fiquare es de San Andrés, ella describe su isla como una de las playas más hermosas que tiene Colombia y el turismo es la mayor fuente de ingresos. “Allá nosotros no necesitamos hablar español, mi familia es raizal pura. Cuando yo voy de vacaciones yo hablo solo Creole (lengua mixta entre inglés y palabras africanas), me dio muy duro el lenguaje, hablar español”, comenta entre risas.

“Yo quise estudiar Trabajo Social porque me impacta el comportamiento de los jóvenes en la isla, ellos terminan el bachillerato y ya no quieren seguir estudiando nada más, no quieren ir a la universidad, se quedan desocupados y eso incrementa la violencia y la delincuencia”, explica Edwina.

Lo que más resaltan estos estudiantes de la Universidad Pontificia Bolivariana, es su formación humanista, ya que, al tener una formación integral con diferentes disciplinas, también se forma al ser humano.

“A nosotros no nos forman solo para ir a intervenir a las personas, sino que nos forman como profesionales para ponernos en el lugar del otro y aprender a tener sensibilidad, de saber que otro ser humano está en una situación de vulneración y necesita de una persona que le ayude a reestablecer sus derechos”, argumenta Edwina Fiquare. Además, resaltan el apoyo que les brinda la universidad a los estudiantes que son de otras partes.

Del suroccidente de Colombia, propiamente de Tumaco, un municipio del departamento de Nariño, es Mayer Palacio Mesa, quien manifiesta que lo más significativo de Tumaco son las playas el Morro, el Bajito y Boca Grande. La comida típica es el pescado, los cangrejos, la jaiba de río, el camarón, y que lastimosamente, dice ella, la principal economía de Tumaco es la coca. También manifiesta que allí se ven muchos problemas de violencia.

“Decidí irme por Trabajo Social porque fui tocada por la violencia y toda mi familia, esto me marcó demasiado... Yo quiero dar a conocer las cosas buenas que tiene Tumaco y que deje de ser un pueblo olvidado, que le den importancia… Espero volver a trabajar con los jóvenes, con mujeres; pero más que todo en las veredas, porque muchos chicos de veredas, se dedican a sembrar coca o a participar de los grupos armados”, dice Mayer Palacio.

 
Trabajo Social UPB

Sara Yalena Vargas Ochoa es de Apartadó, la región de Urabá en Antioquia. Ella dice que su territorio se caracteriza por la economía bananera; con un clima trópico húmedo; por ser una región multiétnica, porque hay mezclas entre costeños, chocoanos y paisas.

“Yo descubrí que quería estudiar Trabajo Social  mochileando, yo me fui a Ecuador y Perú y allí fui consciente de lo que quería estudiar y pensé en mi región. Debido a esa multiculturalidad se ven varios tipos de maltrato, a la mujer principalmente… En Urabá hay un problema de memoria, no se ha trabajado en resignificar lo que ha pasado con el conflicto armado. Me gustaría cuando termine regresar allá y aportarles”, reconoce Sara Vargas Ochoa.

Todos están de acuerdo en que un Trabajador Social no es quien le va organizar la vida ni a solucionar los problemas a las personas. Los trabajadores sociales de la UPB son profesionales íntegros porque tienen una formación en todas las disciplinas y las ciencias sociales y humanas; pueden desarrollar intervenciones sociales con fundamentos teóricos y antes que profesionales son seres humanos.

Daniela Fernanda Córdoba es de putumayo, específicamente de Mocoa. Ella lo describe como un pueblo muy pequeño, con mucha cultura de Nariño, con muchas fuentes hídricas, donde se cultiva el plátano, la yuca y la coca. Se celebra el carnaval de Negros y Blancos como en Nariño y en medio de su cultura sobresalen los tejidos en chaquira que forman figuras de colores.

Ella hizo un semestre de derecho en la UPB, pero se dio cuenta que esa no era la forma en la que quería ayudar a las personas. “Hice la transferencia interna, porque la universidad me encantó, es demasiado humana, se preocupa por que cada día seamos más humanos, que nos toqué las fibras, los procesos, las situaciones de las demás personas… entonces por esa razón no me quise salir de la universidad sino cambiarme de carrera”, explica Daniela Córdoba.

Nicolas Hoyos es de Florencia Caquetá ubicado al sur de Colombia. Allí se encuentra el Parque Nacional Natural Sierra del Chiribiquete. Él explica que la región se caracteriza por sus fuentes hídricas; clima húmedo y su extensión de tierras para el ganado. “Elegí la UPB porque no es tanto lo teórico, sino que desde el primer semestre se está saliendo a ver la realidad del país”, manifiesta Nicolás Hoyos.

Los cinco esperan con ansias el final de cada semestre para ir a reunirse con sus seres queridos, pero todo el tiempo extrañan, añoran y sueñan con regresar a su región y aportar todo lo que han aprendido.

Por Alejandra Castro Díaz, Agencia de Noticias UPB - Medellín.

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