Agencia de Noticias UPB – Medellín. La abrupta migración de los lugares de trabajo hacia las casas debido a la pandemia rompió drásticamente con la rutina de los trabajadores; este cambio influyó significativamente en la efectividad, rendimiento y la salud de quienes debieron adecuar en sus casas el puesto de trabajo.
La ergonomía juega un papel fundamental en el proceso de adaptación a un nuevo lugar de trabajo, pues esta disciplina establece las condiciones óptimas para desarrollar una labor, protegiendo la salud física y mental del trabajador.
“Los objetos, el espacio, las condiciones ambientales y la forma de realizar el trabajo o actividad habitual deben considerar antes que nada a las personas, tener en cuenta sus capacidades y limitaciones, así mismo se debe contar con el mobiliario y los elementos de trabajo adecuados para realizar las tareas desde la casa”, aseguró Luz Mercedes Sáenz, docente de la Facultad de Diseño Industrial de la UPB.
Los elementos físicos que componen el puesto de trabajo en casa pueden hacer más confortable o incómoda la realización de las funciones, e incluso, pueden prevenir problemas de salud, razón por la cual al momento de establecer un lugar para laborar desde casa se deben seguir ciertos parámetros.
“Una silla ajustable, que permita graduar la altura y mucho mejor si cuenta con apoyo brazos para que no haya sobreesfuerzo y al mismo tiempo haya estabilización del tronco. La superficie de trabajo debe estar al nivel de los codos para que no haya sobreesfuerzo en los músculos del cuello”, aseguró Luz Mercedes Sáenz.
Ubicar el lugar de trabajo en un espacio donde haya buena iluminación que no genere brillo o reflejos en la pantalla, fue otra de las recomendaciones de la docente. La concentración es otro factor importante al momento de hablar de buen rendimiento, por esto se deben buscar espacios que proporcionen tranquilidad y que le permitan al trabajador ser más receptivo.
Los músculos se pueden ver afectados cuando el cuerpo tiene una mala postura y no se sacan tiempos de descanso, por esto se recomienda realizar dos pausas durante la jornada laboral de 10 minutos cada una para realizar actividades que generen bienestar.
“Se pueden presentar molestias musculoesqueléticas por permanecer períodos de tiempo muy largos frente al computador (cervicalgia, lumbalgia, síndrome del túnel carpiano, entre otros), pueden, además, aparecer problemas relacionados con la visión como la fatiga visual y la irritación de los ojos por excederse en el tiempo frente a la pantalla y no hacer pausas visuales”, afirmó Luz Mercedes Sáenz.
Al ser un cambio temporal, las empresas no se ven obligadas por el Estado a dotar los puestos de trabajo ubicados en las casas de sus empleados; muchas de las organizaciones ya se encuentran retomando sus labores presenciales de una manera progresiva y con estrictas normas para prevenir el contagio.
“Las ARL, desde el sistema de gestión de seguridad y salud en el trabajo, acompañan a las empresas con acciones e intervenciones para ello. La adaptación deberá incluir el autocuidado en términos de higiene, hábitos de vida saludables como: alimentación y ejercicio, pausas activas durante la jornada de trabajo, procurar un entorno familiar armonioso, entre otros”, concluyó Luz Mercedes Sáenz, docente de la Facultad de Diseño Industrial de la UPB.
La pandemia impuso nuevas dinámicas laborales a las diferentes empresas, obligando a cambiar las condiciones de trabajo de millones de personas, debido a esto es necesario tomar medidas que faciliten el proceso de adaptación a nuevos espacios sin que se vea afectado el trabajador.
Por Manuela Granda Guzmán, Agencia de Noticias UPB – Medellín.
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