Agencia de Noticias UPB – Medellín. La evolución de las nuevas tecnologías representa una oportunidad en la adopción de los procesos tecnológicos tanto de oferta de productos de manera digital, como en la adopción de diversas pasarelas de pagos en las tiendas. Hoy se habla del término comercio electrónico o e-commerce, que hace énfasis en todo tipo de gestión comercial por medio de internet, permitiendo el acceso a cualquier zona geográfica, el aumento de la competitividad y calidad del servicio, el control y seguimiento del producto obtenido, entre otras oportunidades y desafíos que ofrece una sociedad cada vez más digital.
De acuerdo con un informe de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico (CCCE) y el Ministerio de Tecnologías de la Información de las Comunicaciones (MinTIC), afirman que el incremento del e-commerce es de 73 % entre el 5 de abril y el 3 de mayo. Lo que permite evidenciar la importancia que está tomando el comercio online en la reactivación de la economía.
“En Colombia hubo una transformación digital acelerada en los últimos 3 meses debido al coronavirus, lo que obligó a muchas compañías a migrar a lo digital y transformarse en tiempo record para lanzar sus e-commerce y poder atender sus clientes. Antes de la pandemia, el país se encontraba en un estado incipiente, muy pocas personas hacían adopción de la tecnología digital para hacer compras, aunque más de un 60 % de las compras digitales en Colombia antes de la pandemia, se debían a tiquetes aéreos, pagos de servicios públicos y de telefonía móvil y muy poco de bienes y servicios”, señaló Carlos Betancur Gálvez, docente de la Facultad de Administración de Empresas y Publicidad de la UPB y fundador BTO Digital.
Frente al panorama del e-commerce en Colombia, el país tiene el reto de adaptarse a la cultura de comercio electrónico, con el propósito de generar nuevas formas de mercado y un buen tejido empresarial. Para Daniel Escobar Giraldo, docente de Emprendimiento de la UPB y Miembro Global Shapers - HUB Medellín, el logro de este tipo de procesos de compra depende en principio del aprovechamiento de las tecnologías y de promover confianza en los consumidores. “En este momento cualquier persona u organización tiene las herramientas para montar una tienda virtual. El reto está en las personas que realicen la implementación de dicho mecanismo en las empresas y que se encarguen de gestionar una buena y confiable experiencia de usuario y, por otro lado, en los consumidores, todavía hay un segmento muy grande de la población que tiene desconfianza de hacer transacciones de manera electrónica”.
De acuerdo con la CCCE, gracias a actividades como el día sin IVA, gran parte de las plataformas de comercio online obtuvieron un crecimiento del tráfico de sus sitios de más de 20 veces en comparación a un día normal. Además, reveló que, en el desarrollo de la segunda jornada sin IVA, el número de transacciones alcanzó los 1,23 millones, lo cual representó un aumento del 30,36 % frente a la primera jornada desarrollada el 19 de junio.
Aunque son altas las cifras registradas en dicha actividad, según el docente Betancur Gálvez, falta preparación tecnológica e inversión. Manifiesta que existe un ideario de que la tecnología digital es a bajo precio como los hostings, el marketing digital o el desarrollo web. “Tenemos que buscar que este estereotipo se rompa y que estemos preparados para unas tiendas potentes que sean capaces de atender mil o dos mil visitas de manera simultánea”. Por su parte, Daniel Escobar argumenta que “hay empresas que han hecho un trabajo juicioso de escalabilidad y demanda de sus servicios y pudieron aguantar el flujo de transacciones que les estaban demandando los consumidores”.
La solidez que este tipo de procesos online puede aportar en el país en comparación con el comercio tradicional son muchas, pues dispone de oportunidades para los retailers al obtener un canal adicional de ventas, expandir nuevos mercados y potenciar sus ideas de negocio. En ese sentido, generar nuevas experiencias de compra, afirma el docente Gálvez, son uno de los retos que se deben encaminar a fortalecer el sistema de compra electrónica y explica tres líneas importantes a implementar en dicho mejoramiento.
Finalmente, Daniel Escobar manifestó que los ciudadanos están preparados para realizar los procedimientos online, pero depende del fortalecimiento de las propias marcas que tienen e-commerce. “Es importante que eduquen a sus clientes y creen incentivos para que la compra sea más fácil y confiable. Un ejemplo de incentivos, es que los productos, al no tener que estar exhibidos, cuentan con menores márgenes administrativos y de almacenamiento para la venta final, que de cualquier forma son mucho menor que los costos asociados a la comisión de una pasarela de pago y mantenimiento de una página, lo que se podría ver impactado en el precio final del artículo”.
Por Kelly Vanessa Picón Marín, Agencia de Noticias UPB – Medellín.
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