Agencia de Noticias UPB – Medellín. Hace 14 años, un estudiante de ingeniería electrónica de la Universidad Pontificia Bolivariana decidió darle la espalda al miedo y embarcarse en la construcción de un prototipo que se veía casi imposible; tiempo después, siendo docente investigador, se encontraba buscando solución a un problema que pocos se animaban a enfrentar en el grupo de investigación de Bioingeniería de la UPB.
Al día de hoy, esas decisiones emprendedoras convirtieron a Sergio Marín en un ingeniero digno de ser nombrado como uno de los innovadores menores de 35 años de Latinoamérica de la revista MIT Technology Review en español.
Sergio Marín fue el cocreador de la start-up tecnológica Netux cuando tenía solo 20 años. Esta empresa de tecnología se dedica a desarrollar soluciones tecnológicas para el sector salud.
Actualmente, atienden cerca de 250 instituciones de salud en todo Colombia y ha desplegado más de 35.000 sistemas que buscan hacer más eficiente, segura y sostenible la operación de sus clientes.
En esta entrevista, Sergio compartió su experiencia con la compañía y cómo este espíritu emprendedor ha forjado su ruta de vida:
“Yo soy ingeniero, y a los ingenieros nos gusta crear, imaginar y hacer esas cosas realidad. Lo bonito del mundo del emprendimiento es que tú puedes hacer lo mismo. Puedes hacer que las cosas sean posibles. En mi caso, me parece muy emocionante poder juntas mis dos mundos: la ingeniería, porque mi compañía es de ingeniería, y el emprendimiento, porque soy el gerente. Yo pude inventar y diseñar no solamente productos o soluciones tecnológicas que mejoran la calidad de las personas, sino que también pude crear una compañía que hiciera esa labor de manera sistemática”.
“Emprender es muy difícil. Básicamente, yo creo que, si se tienen conocimientos de algún sector particular y le tienes mucha pasión, hay una mayor probabilidad de ser exitoso. Obviamente hay que configurar muchos temas adicionales, sin embargo, no se requiere de un conocimiento especial para aprender; solo se requiere tomar la decisión, arrancar y tener mucha paciencia y perseverancia porque esto es un ejercicio de largo aliento y de mucha incertidumbre.
“Y frente a la edad no. Eso es mentira. No hay edad para emprender definitivamente. Sí hay condiciones en el entorno que favorecen el emprendimiento, pero incluso estadísticamente, el rango de edad de emprendedores exitosos está entre los 42 y los 50 años. Lo que se necesitan son ganas”.
“Definitivamente, haber creado la compañía. Pero esta respuesta tiene un trasfondo más largo: haber sido capaz de afrontar los retos. Netux nació gracias a eso. Cuando era investigador en la Universidad, había un componente técnico en el grupo de investigación que nadie había resuelto, las personas siempre le sacaban el cuerpo y se pasaba el tema, pero cuando se nos volvió a presentar esa oportunidad, a pesar de tener mucho susto, dejé a un lado el miedo y dije: ‘listo, yo me voy a tirar. Yo voy a ser capaz’.
“Hubo otro elemento cuando era estudiante en la Universidad y fue cuando tuve el valor de aceptar un reto de hacer un producto de ingeniería demasiado complejo. Tenía muchos retos y había muy poco tiempo; fue una decisión muy sabia porque fue dejar al lado el miedo y decir: ‘listo, hágale. Yo soy capaz’.
“Esas dos decisiones para mí fueron muy valiosas a la hora de configurar la compañía porque fueron las detonantes de lo que es ahora Netux y de la hoja de ruta que he seguido en mi vida”.
“Primero, siendo muy observador e identificando qué cosas están bajo nuestro control. Si yo soy observador e identifico alguna oportunidad de mejora, de diseñar o de crear algo que me genere bienestar y les sirva a otros, yo soy emprendedor. Creo que uno puede emprender día a día con la capacidad de observación, análisis y decisión. Si yo hago esto de forma sistémica, se volverá natural”.
“Son muy valiosos. Al final el éxito es un conjunto de fracasos. La hoja de ruta del aprendizaje es muy valiosa a partir de los fracasos, porque a partir de allí tú vas creando. Uno tiene que equivocarse para seguir avanzando.
“Y yo creo que es bueno arriesgarse a emprender. Si dentro de tu naturaleza está querer controlar tu futuro y configurar cosas nuevas, crear y sacar adelante tus iniciativas, ¡arranque y hágale, emprenda! Además, en Colombia hay muchas cosas por mejorar, en países más desarrollados ya hay muchos temas resueltos”.
“El emprendimiento te mantiene fuera de la zona de confort. Te obliga a esforzarte. Ha sido muy bonito vivir de este mundo porque me permite desarrollar capacidades en muchas dimensiones: en negocios, marketing, leyes, procesos, operaciones, ingeniería, economía, geopolítica… Yo soy muy feliz aprendiendo y para todas las personas que nos gusta aprender, el mundo del emprendimiento es nuestro”.
“Mira, es un reconocimiento que nos pone muy contentos. Pero es un logro compartido, porque yo tengo un confundador, yo cofundé con Juan Pablo Velasquez esta compañía, y por eso para mí es un logro colectivo. El reconocimiento fue hacia mí como líder, pero para mí es un reconocimiento corporativo. Por un lado, nos da mucha felicidad porque es algo simbólico, pero también porque nos ayuda un montón para darnos visibilidad. Al ser una empresa pequeña, la visibilidad que genere credibilidad en el medio es muy importante”.
“Ha sido un crecimiento orgánico porque nos ha tomado 14 años llegar a este punto y creemos que estos 14 años han sido solo el entrenamiento. Esta etapa nos ha servido para estar preparados para el crecimiento que se viene porque creemos que podemos hacer que esta compañía que desarrollará tecnología no solo para Colombia, sino para la región Latinoamericana.
“Yo digo que nuestro norte es el Sur y lo digo porque creemos en que en la región hay conocimiento suficiente para desplegar tecnología que mejore la calidad de vida de las personas en Latinoamérica sin necesidad de importar esa tecnología de Japón, Europa o Estados Unidos; podemos hacerla localmente e impactar a una comunidad gigante. También, ya más a largo plazo, creemos que podemos configurarnos en el mundo digital como el primer hospital digital de Colombia y, posteriormente, escalarlo a América Latina”.
“(sonrisa) Sí. Desde que estaba chiquito me gustaba mucho el mundo de la tecnología, pensar y crear cosas. Por otro lado, el mundo del emprendimiento me parecía una nota porque mi papá fue empresario/emprendedor toda su vida. Él creó una compañía y yo mantenía en la fábrica. Iba con mis hermanitos, cuando salía del colegio, en vacaciones, siempre. Y me empezó a parecer muy bacano todos los asuntos que tenían que ver con vender, conectar con otras personas y hacer negocios. Y yo creo que hoy puedo hacer esas dos cosas”.
“¡Ja, muchas cosas! Yo creo que Colombia, y en general Latinoamérica, tienen por desarrollar muchas capacidades en el mundo de la industria de la tecnología y emprendimientos que generen bienestar a nuestra región, que mejoren nuestra calidad de vida. Yo me sueño a futuro consolidando un ecosistema que permita invertir en otras compañías, cosa que ya estamos haciendo con NX3”.
“Nunca paren de aprender. Fórmense continuamente. El futuro está diseñado para las personas que estén en el mundo del conocimiento, la tecnología. Yo les recomendaría, independientemente de lo que hagan o lo que estudien, que aprendan a programar. El software se está comiendo el mundo y para dominarlo hay que saber programar y saber cómo funcionan las máquinas. Conocer sobre esto te cambia el futuro. Pero en pocas palabras, yo les diría: aprendan a programar y nunca paren de educarse”.
Por Laura Gómez Londoño. Agencia de Noticias UPB.
Resolución 020198 del 31 de octubre de 2024 por un periodo de 8 años
Universidad sujeta a inspección y vigilancia por el Ministerio de Educación Nacional.
Otorgado por el Ministerio de Educación Nacional. Nit UPB: 890.902.922-6. Todos los derechos reservados