Mateo, un egresado en Mercedes Benz

Agencia de Noticias UPB - Medellín. Mateo Zuleta Muñoz es egresado de Ingeniería Mecánica y del Colegio de la UPB, realizó el programa de doble titulación con la Universidad de Ciencias Aplicadas de Münster y actualmente trabaja en Mercedes Benz.

Hace más de tres años vive en Alemania, pero no pierde el contacto con su familia, con su país y con su Alma Máter, pues según cuenta se siente orgulloso se ser colombiano, paisa y bolivariano, “porque siento que todo eso me ha hecho ser la persona que soy”.

Desde su época de bachiller, gracias a los cuestionamientos y reflexiones de su clase de Filosofía, decidió que quería contribuir a la transformación energética global. Ingeniería Mecánica fue la tercera opción para lograr su sueño, luego de ver que los ingenieros ambientales no hacían exactamente lo que él soñaba y que ejercer la Ingeniería Física en Colombia era complicado.

“Los ingenieros mecánicos somos ingenieros del movimiento, los motores y las máquinas son sólo una parte, pero también tenemos que pensar en técnicas de fabricación, métodos de resistencia, optimización de procesos energéticos y de transformación del estado de la materia. Hoy estoy haciendo automóviles premium y dentro de esta industria puedo ayudar, por ejemplo, a la electrificación del parque automotor, mañana quizá cambie y pueda contribuir desde otro ámbito, por eso me gusta mucho mi carrera, porque es muy versátil”, contó.

Eligió estudiar una doble titulación porque quería conocer otro sistema educativo, abrir sus perspectivas laborales y conocer el mundo. En Alemania, porque es un país líder en la industria automotriz, herramientas, software y automatización, sin embargo, mantenerse firme en su decisión implicó superar diferentes situaciones:

Al principio la barrera idiomática fue muy intimidante: en la Universidad de Münster las clases eran 100 % en alemán y aunque había estudiado el idioma antes de viajar y realizó un curso de seis meses en el país centroeuropeo, “los primeros dos días no entendía nada en las clases, iba a hacer acto de presencia”, cuenta entre risas. Familiarizarse con el sistema educativo fue otro reto, pues “es completamente libre, decides si ir a clase o no y al final del semestre te hacen un examen para evaluar lo que aprendiste en seis meses”. Y finalmente, fue complejo estar lejos de su familia y habituarse a situaciones tan cotidianas como abrir una cuenta de banco, encontrar una casa o saber qué comprar en el supermercado.

Durante su estancia como estudiante trabajó como cocinero en un café y posteriormente como repartidor de cartas. Aunque no le gustaba mucho cocinar y entregar el correo implicaba montarse en una bicicleta durante ocho horas para entregar más de 30 kilos de cartas, asegura que esas experiencias fueron fundamentales para enfrentarse al mundo laboral: “En el primer trabajo uno comete muchos errores y empieza a entender cómo funcionan las estructuras del poder y de la autoridad y a no subestimar sus capacidades. En este momento las recetas para hacer ensaladas no me sirven, pero la interacción con mis compañeros, el trabajo en equipo, la planeación, el manejo de recursos, entre otras cosas, son iguales en un café o en una empresa de 220 mil empleados”.

Actualmente es coordinador de proyectos en Mercedes Benz, un cargo que obtuvo gracias a la curiosidad y motivación por aprender durante su práctica, según explica: “Yo no soy un genio, no fui el mejor estudiante, no me gustaban las matemáticas, pero lo que sí tengo es mucha pasión. La clave está en ir más allá, no hacer sólo lo que te piden, sino tener iniciativa para mejorar otros procesos. Y sin duda, estudiar en la UPB también fue decisivo: “La U me ha dado una formación muy buena, en cuanto a la formación técnica nada que envidiarle a otras universidades del mundo, además, la formación humana es muy importante y funcional”.

Su experiencia le ha permitido entender que no hay que ponerse barreras; que todos los desafíos permiten desarrollar habilidades tan importantes como la autonomía, la resolución de problemas y el entendimiento de otras culturas; y que siempre hay que tener mucha calma, disciplina y perseverancia para lograr los objetivos. No menciona regresar a su país para quedarse, pero a donde va habla con orgullo de su país y del ingenio, la tenacidad, la felicidad y la pasión que caracteriza a los colombianos.

Por Alejandra Carmona Sierra - Agencia de Noticias UPB, Oficina de Egresados