Diversidades corporales: el reto actual de la industria de la moda
Agencia de noticias UPB - Medellín. El inicio de una nueva versión de Colombiamoda, una de las ferias de moda más importantes de América Latina, implica analizar con detalle los retos actuales para cada actor de la industria. Diseñadores, modelos, marcas emergentes y de gran tamaño, medios de comunicación y entre otros, se dan cita en este espacio ferial para identificar las tareas que les permita destacar en la cadena productiva del vestuario.
La diversidad corporal sigue siendo uno de los vacíos actuales de la moda local. Ya no es suficiente con hablar y visibilizar el tema, sino que también es importante que los diferentes cuerpos encuentren soluciones vestimentarias accesibles en el mercado. Para Diana Echandía, diseñadora de vestuario y docente de la UPB, se requiere que las marcas reconozcan lo que es necesario para realmente llegarle a diversos cuerpos.
La coherencia se convierte en el filtro principal en este tópico, dado que es necesario que el diseñador de vestuario comprenda que todos los cuerpos son diferentes. La diseñadora bolivariana afirma que los profesionales que desean diseñar para este público también deben plantearse, desde su proceso creativo, cómo diseñar para que sus prendas se adapten a diversos cuerpos; es decir, crear a partir de una verdadera talla única o modificar sus patrones para que realmente se adapte a las diversidades corporales propias de un país como Colombia.
Para Echandía, el concepto de “talla única” que muchas marcas del mercado masivo usan, refuerza las barreras y lo que comúnmente se llama gordofobia, puesto que la industria opta por realizar productos licrados pensados en tallas S que solo podrían ser vestidos hasta las personas de talla XL. “Es necesario sancionar a las marcas que afirman que diseñan para una diversidad de cuerpos y cuando tú vas a ir a comprar, esa diversidad no existe. Una marca de ropa interior no se puede quedar con que si a una mujer de talla grande le sirvió su conjunto ya puede asumir que hay una diversidad corporal”.
Asimismo, invita al consumidor a ser más crítico y activo, a tener un despertar de conciencia; es decir, quejarse de que las tallas no funcionan o de los productos que están mal tallados, exigir verdadera publicidad y el poder decidir qué quieren y dónde quisieran comprar una prenda que se adapte al cuerpo y no adaptarse a la prenda. También hace énfasis en que el camino para diseñar para tallas grandes sea una necesidad y no un factor diferenciador, debe ser un trabajo tanto del consumidor, del diseñador y de todos los actores de la industria.
Por: Juan Luis Balvín Tabares y Carla Cristina Tordecilla Pájaro - Agencia de Noticias UPB
