¿Cuál es la función de los padres en la educación superior de sus hijos?
Agencia de Noticias UPB - Medellín. Además de presentar la institución a gran escala, compartir casos de éxito de egresados, explicar la oferta académica de algunas facultades, mencionar experiencias de intercambio educativo, darle la bienvenida a padres primerizos en la comunidad bolivariana, aclarar políticas de seguridad en prevención personal y resolver las dudas de los padres de familia respecto a la financiación de los programas de pregrado, en la inducción se tocaron temas clave referentes a los cambios que están experimentando los alumnos en su iniciación académica.
La primera elección sobre la mesa es la carrera que se escoge, la segunda y muy ligada a la anterior, el lugar donde se pretende estudiar. El Rector General, Pbro. Julio Jairo Ceballos, agradeció que muchos estudiantes de bachillerato del Colegio UPB continuaran con el espíritu bolivariano y decidieran ingresar a la universidad, porque esto consolida una identidad propia del establecimiento. De igual forma, les extendió una bienvenida a los estudiantes, que en su mayoría, entran a la UPB provenientes de otros colegios de la ciudad y del país.
La libertad cambia
En la educación superior se diversifica la dinámica social: los horarios, el número de clases, la cantidad de créditos, los compromisos de las asignaturas, los compañeros, los docentes y el perfil del futuro profesional. Toda esta evolución trae consigo el desarrollo de múltiples responsabilidades que si no se llevan de la manera correcta pueden afectar el desempeño académico y disciplinario del individuo.
Piedad Uribe y Luis Guillermo Quintero afirmaron que tomaron la decisión en familia, pues su hijo quería estudiar Historia. “A pesar de que somos docentes de otra institución, sabemos las fortalezas que tiene la UPB, nos sentimos muy felices de que nuestro hijo esté contento con la decisión. El programa es muy bueno y la ubicación e infraestructura de la Universidad es muy buena”.
Típicas dudas e inseguridades
Es normal sentir algo de incertidumbre cuando los hijos emprenden el camino de su vocación por los desafíos y retos que les esperan. Sin embargo, no hay que disminuir el apoyo incondicional a pesar de que se piense diferente.
Ana María Tamayo aclara que los padres son un pilar muy grande en la formación académica de sus hijos y a veces creen que porque ya están en la universidad es momento de desentenderse, pero con mayor razón hay una conversión muy fuerte en la que es necesario un acompañamiento.
Para María Estela Álvarez, el hecho de que su hijo quisiera estudiar Ingeniería en Diseño de Entretenimiento Digital, fue algo muy interesante y novedoso que para este momento de la historia es bastante positivo y tiene la oportunidad de cosechar productos innovadores en el campo de acción que se especialice.
“Los estudiantes novatos en muchas ocasiones traen varios imaginarios que no son reales, por ejemplo, que les van a hacer primiparadas, los que tienen becas temen quedar con la deuda y no poder con la carrera, ¿si voy a ser capaz? ¿yo sí sirvo para eso?, son algunos de los interrogantes que se plantean. No obstante, para eso existen programas en bienestar universitario como orientación vocacional que sirven de hilo conductor para adquirir seguridad”, determinó Tamayo.
Al igual, Marcela Arcila, madre de Tomás Fernández, expresó: “Mi hijo ya había estado en otra Universidad y le dimos la libertad de tomar esa decisión, aunque nosotros siempre quisimos que estudiara aquí en la UPB, y las maneras de funcionar de la otra institución no le gustaron tanto. Ahora estamos felices de que decidió venir a estudiar Diseño Industrial aquí, él ya se despierta muy motivado por empezar el día y venir a estudiar”.
Algunos padres que asistieron a la jornada explicaron su postura en caso de que sus hijos decidieran cambiarse de carrera, argumentado que lo normal es entristecerse un poco, pero lo realmente importante es que ellos estén donde se sientan bien.
A veces los papás por hacer bien en ocasiones terminan estresando a sus hijos, entonces los estudiantes desarrollan muy poca tolerancia a la frustración y deciden no seguir estudiando en cuanto descubren que esa no es su carrera, por eso, Ana María recomienda un seguimiento continuo y moderado para que ambas partes traten de solucionar las situaciones en compañía de la universidad.
Por Michelle Acevedo Vélez y Laura Restrepo Cárdenas - Agencias de Noticias UPB
