Agencia de Noticias UPB – Medellín. Representantes de la UPB y de la compañía textil Expofaro se dieron cita para exponer las implicaciones sociales y económicas que tiene la implementación del proyecto de tratamiento de fibras naturales provenientes del fique.
La charla, moderada por Pablo Ángel Restrepo, director de innovación y gestión del conocimiento de la UPB, tuvo como ponentes a Cristina Isabel Castro Herazo, docente investigadora del proyecto; Sara Adiana Peralta Acosta, abogada especialista en propiedad intelectual de la UPB y en representación de Expofaro participaron Jhonny Sánchez, jefe técnico de lavandería y Camilo Benítez, director de producción de lavandería.
El encuentro giró en torno a las implicaciones de recibir una patente de invención y la importancia de las alianzas entre el sector empresarial y la academia. Sara Adiana explicó que la adquisición de una patente es una de las formas para proteger este tipo de avances de investigación, además aclaró que, en el caso de la del fique, tener esta exclusividad permite buscar estos derechos de propiedad intelectual en países como Estados Unidos Brasil y México.
Camilo y Jhonny recordaron los primeros acercamientos con la universidad. Reconocen que cuando la docente Cristina Castro expuso la idea de convertir las fibras del fique dudaron, al principio hubo escepticismo en cuanto a la transformación de esas fibras toscas en un material semejante al algodón. Hoy, cinco años después, Expofaro ha cumplido un papel fundamental en el desarrollo del proyecto de investigación que derivó en la patente.
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“Cuando investigamos vimos que existían otras fibras de este tipo con las que ya habían trabajado y saber que con nuestra fibra nacional podíamos hacer lo mismo era como decirle al campesino que el fique se puede utilizar en otras cosas. Pienso que el gran aporte del proyecto es visibilizar a esta comunidad fiquera, dándole un valor agregado a la planta y diciéndole al campesino que esta fibra se puede utilizar en otras cosas muy innovadoras”, comentó Jhonny.
Ambas partes confirmaron que entre la empresa y la UPB hay más proyectos que se encuentran en fases de previas. Cristina Castro fue enfática en definir esta alianza como un ejemplo de lo que debería ser el trabajo en equipo entre la academia y el sector empresarial
“Lo primero que uno debe tener presente con este tema de propiedad intelectual es que debe haber confianza entre las partes. Uno sabe cuáles son las potencialidades y desventajas de cada uno, es decir, la universidad es fuerte en investigación, pero la empresa es fuerte en comercialización. Nosotros pudimos optar porque esto fuera un secreto empresarial para Expofaro solamente, pero nosotros como vemos que esto puede ser expandido en el mercado y no solamente en Colombia, sino mundialmente”, explicó Sara.
Con la patente de exclusividad reconocida por la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), el paso a seguir consiste en consolidar el producto dentro del mercado, aprovechando los conocimientos de Expofaro en el ámbito comercial. Para Camilo Benítez este proyecto es el producto de una alianza responsable y clara en términos de factibilidad y realización.
“Nosotros consideramos que hay cuatro aspectos que encontramos en la UPB muy importantes, en estos cinco años de trabajo. Una comunicación fluida, perseverancia, voluntad e innovación. Nos hemos reunido muchas veces y en ese proceso hace que esos cuatro aspectos se resalten en cada una de los grupos la patente es la consecuencia de trabajar con un equipo de trabajo como el que hacemos con la UPB”, concluyó Camilo.
Por Daniel Uribe Uribe - Agencia de Noticias UPB
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