Más de 700 personas asistieron a la conferencia Cerebro, Corrupción y Sanción social que dictó el reconocido neurocirujano, Remberto Ignacio Burgos de la Espriella, en el patio Salón de la Universidad Pontificia Bolivariana Seccional Montería.
El doctor Remberto Burgos de la Espriella, médico Colombo-argentino miembro de la Academia Nacional de Medicina, Presidente de la Asociación Colombiana de Neurocirugía y Presidente Honorario de la Federación Latinoamericana de Sociedades de Neurocirugía, explicó la relación que existe entre el cerebro, los hechos de corrupción que los seres humanos pueden cometer y a su vez la sanción social que enfrentan.
Los asistentes a la conferencia tuvieron la oportunidad de conocer más sobre el cerebro humano y sus dos estructuras anatómicas involucradas con el sistema límbico (emoción y afecto): la corteza pre-frontal ventromedial (toma de decisiones) y su núcleo principal: la amígdala ubicada en el lóbulo temporal. De esta manera se logra entender por qué se presentan ciertos comportamientos en los seres humanos.
Cuando vemos todos los días más casos de corrupción en el país, surge la siguiente pregunta: ¿existe un cerebro corrupto? Según el conferencista, los estudios han demostrado que cuando hay una lesión en la corteza prefrontal ventromedial, los individuos afectados muestran una tendencia hacia la mentira y el engaño. Son proclives a las conductas corruptas y carentes de fondo moral, que saltan los controles sociales.
Además, en el lóbulo temporal hay una estructura pequeña: la amígdala, que tiene forma de almendra y es el guardián de nuestras emociones.
“Cuando un individuo hace algo malo, en contravía de sus valores y principios, los exámenes de resonancia magnética funcional, detectan que esta amígdala se activa. Si se repite el acto la activación va disminuyendo hasta que ocurre una especie de acostumbramiento y la amígdala deja de enviar las señales de alarma. Se van perdiendo los escrúpulos”, explica el doctor Remberto Burgos, quien manifestó sentirse feliz de estar en Córdoba y en la UPB.
Las leyes, normas y especialmente la recompensa y castigo son los grandes facilitadores o inhibidores para que la corteza pre frontal o la amígdala funcionen adecuadamente. Una sociedad que es permisiva con los actos de corrupción y flexible en sus reglas va disminuyendo la función de la corteza pre frontal y la fuerza con la cual la amigada del lóbulo temporal previene al individuo de la conducta equivocada.
“Hay unas estructuras anatómicas en donde el cerebro corrupto y el ético caminan. Las vías son las mismas pero las decisiones se toman dependiendo de los valores con los que se han formado. Al momento de tomar decisiones sabemos si es buena o mala, es lo que llamamos los universales éticos”, indica el neurocirujano, Remberto Ignacio Burgos.
Ojo con las lesiones en el cerebro
Uno de los problemas de cualquier tipo de trauma en el cerebro es que puede lesionar el lóbulo frontal. Las alteraciones del lóbulo frontal cambian el comportamiento del individuo. Un individuo jovial y decente que se lesione el lóbulo frontal puede adquirir comportamientos delincuenciales.
En la vida cotidiana se encuentran tóxicos que dañan la funcionalidad del lóbulo frontal. Por eso es importante realizar actividades físicas y no consumir alcohol y sustancias psicoactivas.
Hábitos saludables para el cerebro
El cerebro pesa 1500 gramos y para manejar todas las funciones del cuerpo humano necesita un ambiente saludable, indica el neurocirujano, Remberto Burgos. Ese ambiente lo ofrece las normas básicas de higiene, por lo tanto es necesario una nutrición adecuada, una oxigenación apropiada que implica deporte y evitar los tóxicos, y promover el proceso de aprendizaje continuo y de socialización.
Córdoba, en crisis
“El país está confuso pero particularmente Córdoba, el departamento está aturdido por actos de corrupción que nos avergüenzan a todos. Pero las personas tienen que entender que hay una oportunidad maravillosa en las próximas elecciones, de tomar una decisión y adoptar un comportamiento digno que sea ejemplo para el país. Su amígdala y lóbulo frontal tienen que estar lucidos para elegir a las personas que merecen representarlo” manifiesta el doctor Remberto Burgos.
Colombia es un país de gente joven, el 40% de los colombianos tienen menos de 40 años. La fuerza juvenil y universitaria va a ser fundamental en las elecciones de este año 2018. “Estoy muy preocupado porque los estudiantes están atravesando una época de vulnerabilidad y son ellos las personas claves en las elecciones. No se dejen comprar su criterio decisión” comentó el conferencista.
Es de destacar que los romanos consideraban que la mayoría de edad se alcanzaba a los 25 años, la etapa de mayor vulnerabilidad del individuo y cuando su proceso de discernir ciertos patrones de conducta empiezan a definirse. Precisamente una de las graves implicaciones de la corrupción es la influencia negativa que produce sobre el proceso de formación del cerebro del adolescente, explica Burgos de la Espriella.
La invitación es a estimular los mecanismos facilitadores de las estructuras cerebrales de control: la educación, la justicia y su ejercicio transparente. Pero el fiscal más importante esta en las calles, pues son los ciudadanos y su veeduría los auditores de la cotidianeidad. “Se debe generar el más fuerte de los guardianes: la sanción social y especialmente su impacto con el ejemplo” puntualizó el neurocirujano.
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