Las redes sociales, una puerta para el emprendimiento joven

El mundo globalizado se ha visto permeado por al auge de las redes sociales, donde no es extraño afirmar que quien no está en internet, “no es nadie, no existe”. Esta nueva dinámica impactó directamente en la cotidianidad de los seres humanos y organizaciones, desde múltiples factores o procesos, como la forma de comunicarnos, interactuar o intercambiar productos y servicios.

Lo digital ha abierto una puerta para que nuevas oportunidades de emprendimiento sean posibles, tengan mayor visibilidad y faciliten procesos en su modelo de negocio. Para Carolina Patiño Cardona, coordinadora de fomento al emprendimiento del Centro de Desarrollo Empresarial UPB – CDE – y docente de la Universidad, las redes sociales se han convertido en un canal de comunicación, venta y difusión que han abierto la posibilidad a que los emprendedores se den a conocer. A su vez, se han convertido en una opción para que estas empresas faciliten procesos organizacionales, como es el caso del servicio al cliente. “Los negocios tienen que tener una red social porque son muy económicas, permiten segmentar audiencias, conocer públicos, analizar información del consumidor y obtener métricas relevantes para el negocio. Eso sí, deben tener claro que el alcance de la presencia siempre deberá estar medida por el modelo de negocio que se tenga” afirma Patiño, quien complementa que en este momento se evidencia el ingreso de empresas de diferentes sectores al mundo digital, pero se hace más latente en vestuario, diseño y alimentos.

Por su dinámica de inmediatez y constante transformación, las redes sociales permiten que los jóvenes sean los que las aprovechen e impulsen sus ideas de negocio. “De acuerdo a la Medición Global de Emprendimiento, la edad propicia para iniciar un emprendimiento son los 30 años. Sin embargo, en las universidades hemos visto que esto ha estado bajando, ya que los estudiantes salen con ideas de negocio y están emprendiendo a los 23 o 24 años”, puntualiza Patiño, resaltando el caso de varias empresas que han sido apoyadas por el Centro de Desarrollo Empresarial UPB, entre ellas Towers Swimwear y Champlevé.

Sara Torres, diseñadora industrial y quien desde el 2009 inició con su emprendimiento Towers Swimwear, encontró en las redes sociales una posibilidad para darse a conocer a diferentes públicos y masificar sus mensajes, “cuando el proyecto de emprendimiento empezó, las redes sociales crecían y se volvían cada vez más importantes por su capacidad de informar y conectar personas. En ese entonces, Facebook era la mejor alternativa para mostrar la marca sin la necesidad de invertir un gran capital en adecuar un punto de venta y desarrollar grandes márgenes de producción para surtir el mismo. La principal estrategia implementada era tener un grupo abierto en esta plataforma y compartir fotos. Así entonces, lo que inició con pequeñas ventas a amigas se fue convirtiendo en domicilios a diferentes lugares de Medellín y otras ciudades en Colombia. Ahora, mi negocio ha crecido, gracias a la presencia digital y a la semana se pueden realizar aproximadamente 30 y 40 ventas a través de redes sociales, sin embargo, este valor puede aumentar considerablemente ya que la mayoría de clientes conocen los productos y se informan a través de estos medios y después se dirigen al punto de venta”, comenta Torres.

Como ventajas y posibilidad de las redes sociales para su negocio, esta emprendedora identifica algunas, entre ellas: darse a conocer a múltiples personas; brindar información relevante y de forma directa sobre productos y servicios; implementar estrategias de mercadeo a través de pauta; mantener activo el servicio al cliente; generar contenido a través de múltiples formatos; conocer a los clientes y obtener información de ellos,   compartir contenidos en tiempo real y disminuir el riesgo de perder dinero al invertir capital en un punto de venta. “Mi consejo es que, si tienen una idea de negocio, definitivamente empiecen a difundir sus ideas a través de redes sociales”, concluye la creadora de Towers Swimwear.

Por su parte, Sara Piedrahita, creadora de Champlevé, ve en las redes sociales una forma de darse a conocer, un medio gratuito para medir que tan aceptable es la marca y la vitrina donde se puede llegar a muchas personas. Para ella, las estrategias en redes comienzan por tener claro qué es lo que desea compartir de la marca; cuál es el lenguaje con el cual se va comunicar; identificar muy bien cuál es el cliente o segmento y definir los tipos de contenidos a publicar. “Mi mejor consejo para cualquier emprendedor que empieza, es que aprovechen al máximo las redes, porque estamos en la mejor era para vender y darnos a conocer, porque así tengas un punto de venta formal, no lo podrías posicionar si no vas de la mano con lo digital”, puntualiza esta emprendedora, aseverando que, a través de las redes su marca tiene un porcentaje de venta del 30%, pero que estas son la vitrina para que otras se finalicen en su punto de venta o en la tienda de algún distribuidor de la marca.

Como los casos de egresadas mencionadas, son muchos los casos de emprendimiento que se pueden encontrar en la Universidad, como el de la estudiante de Comunicación Social – Periodismo, Manuela Caballero y quien tiene un emprendimiento llamado Fit Juice, que en Instagram cuenta con 12.800 seguidores. “Decidí enfocar mi negocio en redes sociales porque creo que estas herramientas permiten realizar muchas estrategias a bajo costo y con un alcance mayor. En mi caso quería empezar a vender productos a nivel nacional y por estas plataformas era más económico, fácil y práctico. De igual modo, la parte logística era más sencilla, que solo teniendo una tienda física”, comenta esta emprendedora, quien explica que las redes sociales han sido fundamentales para su empresa, al punto que el 70 % de las ventas se hacen a través de estos medios. “Si se desea iniciar un nuevo proyecto a través de redes sociales, lo más importante es la planeación estratégica, donde se marquen unos objetivos de lo que se quiere hacer y lograr, porque las redes son una herramienta excelente, pero depende de nosotros su éxito”, aconseja Caballero.  

Emprender desde lo digital es un proceso que conlleva una inmersión planificada, en donde lo importante es prepararse, capacitarse y actualizarse constantemente, para poner todos esos nuevos conocimientos al servicio de las ideas de negocio.