Nuevos desarrollos de software al servicio del corazón

A lo largo de la historia, diferentes cosmovisiones guiaron la investigación para el planteamiento de teorías que ayudan al diagnóstico y tratamiento de los pacientes. Gran estudioso de Hipócrates, (Grecia 460 – 370 a. C), Avicena (980 – 1037 d. C), el persa Ibn Siná, cuya obra fue difundida durante siglos alrededor del mundo, fue el primero en describir el funcionamiento de algunos de los sistemas del corazón. Realizó experimentación clínica controlada basada en evidencias. El griego, por su parte, dejó los principios de una ética médica, además de ser el primero en afirmar que las enfermedades se originan por causas naturales y no por intervención de espíritus malignos o extrañas fuerzas mágicas.

Los métodos de investigación tradicionales son invasivos, y para ello se emplean modelos animales, en especial caprinos, ya que los medios de tratamiento requieren perfeccionarse, especialmente en los criterios de decisión de zonas en las que debe aplicarse la terapia. Por ética y con el principio de la protección del sujeto de estudio, estos nuevos avances no es posible probarlos de manera recurrente ni deliberadamente en seres humanos, por lo que los investigadores del Centro de Bioingeniería utilizan un simulador computacional que reproduce las alteraciones que sufre el corazón, durante la fibrilación auricular, para estudiar y proyectar, mediante distintos algoritmos, nuevas alternativas diagnósticas y terapéuticas en el paciente. Se trata de una plataforma de simulación que permite analizar cuál sería su impacto en la evaluación de los focos que ocasionan la arritmia en el corazón.