La pandemia llegó abrupta e inesperadamente y generó una situación inédita que alteró todas las esferas de la vida social y laboral en el mundo. Por supuesto, la educación no fue una excepción.
De manera particular, nuestra Universidad contaba con una experiencia y desarrollos derivados del trabajo investigativo y de los procesos de formación para la virtualidad de más de 20 años, que significaron un soporte técnico, metodológico y pedagógico para enfrentar el gran reto que planteó la pandemia a la modalidad presencial.
Con esta base, la Universidad respondió de manera ágil, propositiva y sistemática a la formación de la comunidad académica (profesores y estudiantes), potenciando lo ya existente e implicando directamente a la totalidad de la comunidad universitaria multicampus en los procesos de enseñanza mediada por tecnologías.
Fue un periodo especialmente intenso durante el año 2020, en el cual, gracias al esfuerzo extraordinario de nuestros docentes y a las capacidades institucionales que venía desarrollando la Universidad de la mano del Grupo de Investigación en Educación Ambientes Virtuales (EAV) y UPB Virtual en las últimas dos décadas, logramos consolidar nuestro Campus B-learning, con más de 2.500 ambientes virtuales de aprendizaje diseñados por aproximadamente 1.700 docentes Multicampus, como resultado del proceso de calificación en educación virtual y diseño instruccional, en una diplomatura con 6 cursos cortos apilables.
Nuestra realidad cambió de manera sustancial en estos dos años, en los que sin duda hubo pérdidas, ganancias y cambios en aspectos académicos, pedagógicos y en las mediaciones digitales. Ahora nos encontramos en un proceso de reflexión sobre las diversas experiencias, recogiendo los aprendizajes, haciéndonos más preguntas sobre las transformaciones que se están generando entre nosotros los docentes y entre los estudiantes sobre lo que estamos viviendo y lo que vendrá.
Autores: Grupo EAV y UPB Virtual.
