El calentamiento global y los gases de efecto invernadero son dos términos que se han popularizado mucho en los últimos años, convirtiéndose, incluso, en temas coyunturales para los gobiernos y las entidades ambientales a nivel mundial.
Pero muchas veces se habla de estos términos de manera indistinta, sin tener el conocimiento o, al menos, la comprensión necesaria sobre su naturaleza y sus consecuencias.
Para dar claridad a este tema se consultó con Luisa Fernanda Úsuga, profesional de Sostenibilidad UPB, quien indicó que los gases de efecto invernadero son siete, en su mayoría producidos por el hombre - antropógenos - a causa de su estilo de vida, y algunos por procesos propios de la naturaleza. ¿En qué radica el problema? En la aceleración constante en la producción de estos gases, y la imposibilidad de la naturaleza para procesarlos todos.
Con esto claro, surge el interrogante de cuáles son las actividades que realiza el hombre en su casa que producen gases de efecto invernadero, ante esta inquietud, Luisa Fernanda afirma que son todas las actividades del día a día, partiendo de las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas al consumo de energía que implica dejar cualquier electrodoméstico conectado en el hogar.
Ante esta situación son muchas las personas que no tiene conciencia del cuidado y el uso racional de los recursos, y asumen que en pequeños actos como dejar un cargador de un celular conectado mientras no se usa, no se consume energía, pero esto no es así, todo lo que está conectado sigue consumiendo, y la producción de energía suele generar muchas emisiones de gases de efecto invernadero.
Conoce y estudia nuestra Maestría en Sostenibilidad.
En Colombia, por ejemplo, la mayor parte de la energía viene de centrales hidroeléctricas gracias a la riqueza hídrica del país, lo que no produce tantos gases de efecto invernadero, sin embargo, en otras regiones como en los países europeos, donde no tienen estos recursos, casi toda la energía es producida por medio de combustibles fósiles, lo que genera emisiones muy grandes y con mucho poder contaminante.
A raíz de la simplicidad con la que se producen las emisiones de gases de efecto invernadero, y la imposibilidad de dejar de emitirlos por completo, Luisa Fernanda Úsuga propone volcar la atención hacia cómo hacerse consciente y educar sobre el calentamiento global, y el efecto que tiene cada una de las actividades que se realizan día tras día sobre este fenómeno climático.
A continuación, se propone una lista de actividades o acciones que pueden ayudar a mitigar el calentamiento global:
- Cargar la propia bolsa para hacer las compras o tener bolsas de tela reutilizables. Con esto se disminuye el plástico de un solo uso.
- Sembrar un árbol una vez al año.
- Participar en eventos y campañas como La hora del Planeta, y el Día Mundial del Agua.
- Utilizar el transporte público, la bicicleta, o caminar. Con estas acciones se disminuyen las emisiones de carbono.
- Desconectar y apagar completamente los aparatos que no se estén utilizando.
- Disminuir el uso del papel físico, ya que este tiene asociada una alta huella hídrica y de carbono.
Además, actualmente hay herramientas en la web que permiten calcular la huella de carbono y a partir de esta se puede tomar la decisión, bien sea de realizar cambios en el estilo de vida, o de buscar formas de mitigar el impacto personal que se está teniendo sobre el medio ambiente; estas mismas herramientas tienen opciones como la compra de árboles que ellos mismos se encargan de sembrar, para contribuir con la reforestación.
Otra acción simple que resalta Luisa Fernanda es la gestión de los residuos, que se pueden separar en reciclables; posconsumo, como pilas y lámparas; ordinarios, que van al relleno sanitario; y orgánicos, con los cuáles se puede hacer compostaje para fertilizar las plantas que se tienen en casa.
