Es probable que en algún momento de tu vida hayas experimentado la sensación de estar abrumado por las responsabilidades que surgen durante la cotidianidad. En esos momentos, la opción de enfrentarlas en solitario siempre está presente, pero una alternativa más beneficiosa sería buscar apoyo en un amigo con quien puedas compartir esas preocupaciones. Tener esta comunicación con alguien es una manera efectiva de activar un mecanismo de protección que favorecerá tu bienestar mental.
Los factores protectores en salud mental son recursos o condiciones con los que cuentan las personas como mecanismo de defensa ante las situaciones de riesgo o vulnerabilidad emocional, favoreciendo el manejo de emociones, la regulación del estrés y permitiéndoles potencializar sus capacidades humanas (Amar, Llanos, & Acosta, 2003).
Factores protectores en la educación superior
En tu experiencia en la educación superior, puedes considerar desarrollar habilidades que te permitan identificar tus propios recursos internos, así como tu percepción sobre ti mismo y tu entorno. Puedes enfocarte en cultivar hábitos de autocuidado, fortalecer tus habilidades sociales, fomentar relaciones interpersonales significativas, y trabajar en tu inteligencia emocional y capacidad para resolver problemas, entre otros aspectos.
¿Qué tipo de factores protectores de salud mental existen?
Es importante tener en cuenta que existen diversos tipos de factores protectores que pueden activarse en una persona. Cada individuo puede tener diferentes factores según la situación y la forma en que enfrenta los problemas, así como su personalidad y otros aspectos individuales. La suma de estos factores desempeña un papel fundamental en la protección de la salud mental. Por esta razón, a continuación, te compartimos tres factores protectores que puedes tener en cuenta:
- Autoestima y confianza en sí mismo: estar seguro de quién eres y de tus capacidades es el primer paso para experimentar una vida plena y satisfactoria. Este factor protector funciona como un escudo que te ayuda a enfrentar las críticas y desafíos de la vida con resiliencia y determinación.
- Relaciones estables: disponer de una red de apoyo sólida es fundamental para garantizar la seguridad emocional. Tener lazos interpersonales fuertes con amigos, familiares, colegas, mentores, profesionales de la salud y otros, representa un sólido mecanismo de protección ante situaciones difíciles.
- Resolución de Problemas: una habilidad esencial en la protección de la salud mental radica en la capacidad para manejar nuestras emociones ante situaciones adversas. Este enfoque actúa como un gran mecanismo de protección al proporcionarnos las herramientas necesarias para abordar y resolver los desafíos de manera constructiva y efectiva.
La Universidad Pontificia Bolivariana, como entorno protector en salud y escenario de formación integral, cuenta con servicios de acompañamiento psicológico, así como estrategias de promoción y prevención que contribuyan al desarrollo humano.
Ante episodios de vulnerabilidad emocional, te invitamos a mantener una actitud de escucha activa, empatía y apoyo, informando acerca de situaciones de riesgo a los profesionales en salud mental, aportando de esta manera a la realización de intervenciones adecuadas y oportunas.
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Referencias:
Amar, J. A., Llanos, R. A., & Acosta, C. (2003). Factores protectores: Un aporte investigativo desde la psicología comunitaria de la salud. Psicología desde el caribe. Universidad del Norte, 11, 107- 121.
