Algunos museos en Italia son de verdad aburridos. Antes los museos eran muy tediosos. Recuerdo que cuando yo estaba pequeño me aburría ahí porque nos hacían ver cosas como las pinturas y no nos explicaban qué eran. Ni siquiera nos hacían apasionar. Daban por entendido que la gente conocía lo que iban a ver. Un poco, como cuando vas al Museo del Louvre. Todos hacen filas de 3 horas y… ¿Para hacer qué? Para ir, pararse delante de la Mona Lisa, verla muy lejos, oscura…, no ver nada en absoluto y, tomarse un selfie, que dura 16 segundos, e irse.
Esto es algo de verdad estúpido. En esas 3 horas de fila he visto personas que no se dan cuenta que tienen a lado y lado trabajos maravillosos. No sólo de otros pintores, sino del mismo Leonardo da Vinci: como La Virgen de las Rocas. La tienen ahí al lado, y no la miran siquiera.
Sin embargo, ahora con la multimedia, la interactividad, los softwares, etc., que se han implementado en las muestras, les doy 3 razones para visitar los museos:
1. Los museos son para divertirse
Lo más importante en un museo es que un niño pueda divertirse. Aquí nos enseñan algo muy importante los americanos, y es que a veces ponen muchos juegos. Entonces, juntemos las 2 culturas: la del museo aburrido con la del museo juguetón. Hay una palabra muy importante: Edutainment, que quiere decir educación + entretenimiento. Poner juntas la educación y la diversión.
En un museo, un niño nunca se debe aburrir, debe entender las cosas que mira, quizás por un software multimedia que lo haga divertir. Por ejemplo, no tiene sentido mirar La Última Cena, pues, sobre todo si es un niño, no entendería nada, primero podría jugar con la multimedia de la obra. Los más grandes tendrían una exploración multimedia y para los más pequeños una versión en la que pueden reconstruirla, o sea divertirse, montar y desmontar los fragmentos; de esta manera, créanme, los jóvenes aprenden más rápido la técnica, y además, después de haber tenido esta experiencia multimedia y divertida, ven y reconocen las cosas con las que se han divertido al diseñar y al jugar.
Por tanto, es fundamental poner en los espacios del museo un software multimedia y experiencias interactivas, además de la vieja tradición de los museos; si no lo hacemos, destruiremos el conocimiento de nuestros hijos. Quizás en vez de venir a ver un museo se divertirán más viendo la televisión o dándole like a esos videos estúpidos en Internet. Esto es muy importante, Internet es fundamental, pero si no se enfoca y no ayudamos a nuestros chicos a entender que también es divertido venir a las muestras, no seremos capaces nunca de mejorar nuestro planeta, porque nuestra misión como educadores, como escuelas y como museos es aquella de crear los nuevos Leonardo da Vinci.
2. Nunca se deja de aprender
¿Por qué tenemos que visitar museos? Esta es una bella pregunta. El principal motivo, aunque sea un secreto para nosotros, y así quede, es que si van a un museo y ven 10, 20 o 50 obras multimedia, incluso pinturas, recordarán y aprenderán cosas nuevas. Conocerán 20 más de las que ya han conocido ¿qué quiere decir esto?
Leonardo da Vinci nos enseña que estudiando más cosas, más cosas se pueden construir, y cuando más conozco me convierto en un mejor prospecto para ser ingeniero, astronauta, quién sabe qué, pero sobre todo para encontrar trabajo; es fundamental: más cosas sé, más competitivo soy.
Las madres deben ayudar a sus hijos a no perder tiempo en Internet o en el celular y deben llevarlos a las muestras, pues así sus hijos sabrán algo de más, y si saben más, más pueden distinguir la verdad, de las mentiras y así no solo encontrarán un trabajo importante, tal vez ganarán más dinero, pues sabrán más cosas. Además de sustraer a nuestros hijos de las horas pasadas de manera estúpida dando like a videos de gaticos, que está bien cuando es un video corto o un videojuego, pero no cuando es una, dos, tres y hasta cuatro horas.
Otro motivo muy curioso para llevar a nuestros chicos a un museo nos lo enseña da Vinci y es que si vamos a un museo de arte, ciencias, matemática, y vamos a ver cosas que nos interesan, pues debemos hacer lo que hacía Leonardo, él lo hacía con una libreta, nosotros podremos hacerlo con una cámara fotográfica, pero sobre todo con nuestro cerebro. Debemos “robar” las ideas de otros, este era el secreto de Leonardo:
¿Qué se hace en la escuela? se roban las ideas de los profesores. Cuando un chico entiende que la universidad no es un lugar a donde ir por obligación, cuando entiende que es un lugar en donde él debe ir a aprender del saber del profesor y llevárselo a casa, que debe tomar su conocimiento, entiende que desde ahí puede volverse más importante y más grande que el profesor, exactamente como Leonardo. Cuando visitaba a Verrocchio había entendido que entre más cosas hacía, (incluso era de los que hacía más que los otros), porque quería tener el conocimiento de su maestro, porque quería ser mejor que él, y Leonardo fue capaz. Ustedes deben ir a los museos para ir a tomar el conocimiento de los otros y así volverse mejores que Leonardo da Vinci.
3. No se acaban
¿Cuáles museos y cuántos museos visitar? la respuesta es todos. Leonardo no habría parado nunca de visitar museos, pero no porque sean algo curioso, sino porque cada uno es diferente, cada uno es algo nuevo. No importa si no les interesa la anatomía, pero vayan a ver las muestras de anatomía, porque, como Leonardo, descubrirán que los huesos del cuerpo humano están dispuestos como una arquitectura y entonces si quieren ser arquitectos, tiene que ir a ver muestras de cuerpos humanos.
Si en cambio ustedes son médicos, qué motivo hay para ver una muestra de ingeniería como la de Leonardo, he aquí el secreto, pues porque en la arquitectura existen los sistemas que nos pueden mostrar cómo está hecho el cuerpo humano, Leonardo lo entendió. La interdisciplinariedad. Quiere decir que más cosas pueden funcionar juntas, no solo ingeniería e informática; especialistas en medicina o dentistas sino todo.
Viajen, vayan al extranjero, y descubrirán que los museos son infinitos y que cada museo es diferente del otro. Si quieren conocer más sobre la obra de Leonardo los invitó al museo de Milán Leonardo3.
Mi experiencia personal
Todos los museos que no he podido visitar, me gustaría conocerlos, pero no tengo tiempo, pues se trabaja o se estudia, pero, seguramente, cuando viajo como aquí a Medellín o a otros lugares del mundo cuando voy a montar una muestra, lo primero que hago es ir a visitar de inmediato los museos más importantes del lugar, porque se conoce no solo la cultura del lugar, sino que se pueden entender cosas que quizás no tenemos.
Nota aclaratoria
Este texto compromete la opinión del autor que lo realiza; este no refleja necesariamente la posición del Programa de Divulgación Científica o de la Universidad Pontificia Bolivariana.
