Relato de viaje: cuando la sericultura y la ciencia se encuentran

Desde hace más de 25 años, el Grupo de Investigación en  Dinámica Cardiovascular (GDC) ha dedicado sus esfuerzos a encontrar soluciones que apliquen la tecnología en la atención de distintas patologías cardiovasculares, como las derivadas de lesiones valvulares y de las cámaras cardíacas. Para ello, trabajamos junto a médicos, ingenieros, físicos y otros profesionales, en un ejercicio interdisciplinar en el que convergen diversas ciencias.

Así, en los últimos años, en un trabajo colaborativo con el Grupo de Investigación sobre Nuevos Materiales (GINUMA), avanzamos en la búsqueda de distintas opciones de implantes fabricados con nuevos materiales, que contienen proteínas de la seda natural como material biocompatible para dar solución a estas enfermedades.

Conscientes de que nuestro trabajo científico se debía fortalecer con un enfoque que posibilitara la Apropiación Social del Conocimiento (ASC), buscamos llegar a la comunidad de sericultores del Cauca para gestionar y generar conocimiento juntos, como una proyección transformadora desde la investigación en ciencia y tecnología, tal como lo plantea Minciencias, con los nuevos enfoques de socialización que surgen a partir de la Política Pública de Apropiación Social del Conocimiento. Nuestro reto como investigadores es lograr impactar y transformar las realidades para generar bienestar y desarrollo en la población. 

Con este propósito, realizamos un viaje en el que buscamos compartir lo que hacemos y cómo podemos trabajar de manera articulada con la comunidad de sericultores de Colombia. Visitamos, durante siete días, varias zonas del Cauca, para fortalecer la investigación de la mano de los sericultores, quienes se dedican día a día al cultivo del gusano Bombyx mori para la producción de los capullos de seda. Quisimos aprender sobre el proceso y su trabajo para entender la manera más efectiva de articularnos desde el desarrollo científico.

 

Capullos de seda

 

Hilos de seda

El viaje fue la excusa para que, mediante la participación de todos: sericultores, artesanos y empresarios, se encontraran sus prácticas y experiencias con nuestro conocimiento especializado, científico y teórico, propio del ámbito investigativo.  

Intercambiar estas experiencias nos permitió usar y adoptar ese saber en favor de la investigación. Ese viaje fue también la oportunidad para generar propuestas a partir de la exploración de otros contextos sociales y culturales.

Conoce el proyecto de investigación de parche cardiaco

Salir del laboratorio 

Para nuestro equipo significó mucho realizar esta expedición científica en el departamento de Cauca, Colombia.  Entre fotografías y testimonios buscamos ser interlocutores del intercambio de saberes que tuvo lugar, y que es parte fundamental de un proyecto de alto impacto social para la disposición de dispositivos médicos mediados por la seda natural, material biocompatible, es decir, que se adecúa e integra a los tejidos biológicos. En ese viaje conversamos también sobre las enfermedades cardiovasculares y de los factores de riesgo modificables, que están relacionados con la obesidad, el sedentarismo, el tabaquismo y el tipo de dieta que siguen las personas. 

Era muy importante para nosotros que participaran de las estrategias que buscamos implementar para el manejo de las enfermedades del corazón y los vasos sanguíneos, entre ellas, los distintos dispositivos que venimos desarrollando en nuestro grupo de investigación, por ejemplo, el parche bioeléctrico, prótesis vasculares y apósitos para el tratamiento de úlceras vasculares. También, escuchar su opinión acerca de esta nueva línea de aplicación que podría iniciar en sus cadenas productivas.

Fue muy satisfactorio ver la emoción al conocer los prototipos de los bioimplantes vasculares y cardíacos elaborados con subproductos de la seda que ellos mismos habían procesado. Les resultaba difícil de creer que el material que por tanto tiempo han trabajado para la industria textil, también puede tener un uso terapéutico de gran alcance.

Esa visita al Cauca fue la posibilidad para que nuestro grupo de investigación entablara una relación cercana con los sericultores, para que podamos identificar situaciones de interés común y proponer posibles soluciones a problemáticas que nos afectan como país.

El viaje lo emprendimos investigadores con formación doctoral y postdoctoral, y jóvenes talento, quienes llevaban la tarea específica de aportar a la integración con las personas por medio de entrevistas, conversatorios, charlas y, en general, propiciando un clima de camaradería y confianza para entablar un diálogo tranquilo que nos ayudara a ver de forma clara las realidades de estas comunidades.

Rutas de la seda 

Durante los días de nuestro viaje conocimos en la ciudad de Popayán la Corporación para el Desarrollo de la Sericultura del Cauca (CORSEDA), organización sin ánimo de lucro compuesta por aproximadamente 20 familias productoras y artesanas de esa zona del país. También visitamos la Asociación de Tejedoras de la Seda (COLTESEDA), que congrega a 11 mujeres artesanas de Timbío, municipio localizado a una altura de 1850 m. Además, el acopio de la seda que se va produciendo.

Visitamos la Escuela Rural Mixta El Agrado, ubicada en la vereda El Agrado del municipio de Piendamó. Allí conocimos a chicos entre los 7 y 12 años de edad, que cursaban los grados sexto y séptimo, y, en la misma vereda, un campo de familias sericultoras, cuyas edades oscilan entre los 49 y 65 años.

Nuestra ruta nos llevó también a una finca productora en el municipio de El Tambo. Esa es la finca más tecnificada en lo que tiene que ver con la producción y la cadena biológica del gusano de seda en la región.

En definitiva, fue una experiencia enriquecedora porque visualizamos un panorama de nuevas oportunidades para la industria de la seda, un sector agroindustrial en el que las perspectivas se centraban únicamente en los textiles, y que, en ese diálogo intercultural, de contextos sociales y científicos diferentes, nace una inquietud por la industria biomédica como nuevo polo de desarrollo que aprovecha la seda como insumo con características especiales.

La posibilidad de compartir saberes y estrategias facilitó la dinámica de la apropiación social para todos los actores participantes. Las comunidades encontraron en nuestro conocimiento oportunidades para transformar su realidad productiva y, al mismo tiempo, nuestro grupo se fortaleció en inventario de ideas y recursos que se pueden obtener para llevar a cabo de manera conjunta. Con estas acciones se busca que, además, la comunidad sea vocera de la importancia de continuar con el legado de la sericultura en la región y el país.

Foto portada: Cortesía Grupo de Investigación en Dinámica Cardiovascular