En el marco de la emergencia sanitaria todos reconocemos la importancia de los profesionales de la salud. Las preguntas que tenemos sobre la enfermedad COVID-19 parece que fueran infinitas: ¿Qué hacer?, ¿qué no hacer?, ¿qué se siente?, ¿cuándo podremos retomar las dinámicas a las que estábamos acostumbrados? Y nadie tiene todas las respuestas.
Esas mismas preguntas, pero con un alcance macro, tratan de responderse las organizaciones e instituciones, así como los entes territoriales, con los gobernadores y alcaldes a la cabeza. En este escenario de incertidumbre cobra importancia el trabajo interdisciplinar y, entonces, aparecen los modelos matemáticos y las modelaciones como una herramienta para apoyar la toma de decisiones de toda índole.
No todos los modelos son matemáticos…
Cuando se modela una realidad, lo que se hace es representarla para facilitar su comprensión y manejo. Es como cuando los ingenieros civiles hacen una maqueta de un edificio para evaluar su respuesta a un temblor.
Con respecto a los números, Roberto Carlos Hincapié Reyes , decano de la Escuela de Ingenierías de la UPB, doctor en Ingeniería y experto en ciencias de la computación, física y programación, simulación de eventos discretos y algoritmos de inteligencia artificial, nos aclara que:
En la UPB, por ejemplo, se recurre a las modelaciones para tomar decisiones relacionadas con la planeación institucional, así lo explica el Vicerrector Académico, Álvaro Gómez Fernández…
Las simulaciones son útiles para las organizaciones porque, tal y como puntualiza el directivo, permiten trabajar en posibles escenarios e ir adecuando las dinámicas de las organizaciones según la ejecución y efectividad de dichas acciones.
Y, precisamente, el vicerrector se refiere a la asesoría de un equipo de investigadores pertenecientes a las Escuelas de Ciencias de la Salud, Ingenierías y Ciencias Sociales, que actualmente trabajan en este asunto con colegas de Canadá (University of Manitoba, York University, y National Collaborating Centre for Infectious Diseases) y de España (Universidad de Zaragoza y la Universitat Rovira I Virgili).
Los investigadores internacionales tienen amplia experiencia en elaborar modelaciones matemáticas y de transmisión del coronavirus SARS-Cov-2 para España, Canadá, Estados Unidos, Portugal y Brasil. Herramientas con las cuales, en esos países, se toman decisiones, y se ajustan los planes de acción en relación con el microorganismo.
En el campo de la salud es común utilizar simulaciones. Especialmente, se recurre a la estadística para definir acciones. Los procesos epidemiológicos, por ejemplo, se basan en modelos matemáticos, los cuales permiten determinar ciertos parámetros clínicos que definen las características de las infecciones, para entenderlas y actuar en consecuencia.
En ese orden de ideas, el profesor Roberto Hincapié Reyes nos explica que, por ejemplo, “El valor llamado Ro (número reproductivo básico) determina en promedio a cuántas personas contagia una que ya adquirió la infección. Si Ro es mayor que 1, la enfermedad crecerá de manera exponencial, pues cada persona enferma a su vez a varios, y cada nuevo infectado afecta a otros”.
Asímismo, las modelaciones también podrán ser de gran utilidad para el sector público, en caso de requerirse. Con la selección de las variables necesarias, los entes territoriales podrán tener, de primera mano, información importante para ajustar las medidas que se vienen implementando en los territorios, nos indicó Zulma Rueda Vallejo, experta en epidemiología de enfermedades infecciosas y docente investigadora de la Facultad de Medicina.
Las variables pueden estar relacionadas con datos geográficos, demográficos y clínicos y, se determinan a necesidad.
La matemática ofrece dos modelos para trabajar y cada uno tiene una determinada probabilidad de ocurrir:
La epidemia, de acuerdo con explicación de Zulma Rueda Vallejo , es el incremento, a menudo repentino, en el número de casos de una enfermedad por encima de lo que normalmente se espera en determinada población. La epidemia por un microorganismo nuevo ocurre cuando ese microbio (para este caso el SARS-Cov-2, virus que causa la enfermedad COVID-19) y un hospedero susceptible están presentes en números adecuados, y el microbio puede transmitirse efectivamente de una fuente a hospederos susceptibles. El hospedero susceptible en la COVID-19 es el ser humano que no tiene inmunidad (defensas que lo protejan).
El comportamiento de la enfermedad COVID-19 es heterogéneo. Al contrastar las cifras de ciudades como Medellin y Bogotá, se hacen evidentes esas diferencias. Allí radica la importancia y necesidad de que cada ciudad haga sus análisis propios. Excelente oportunidad para mirar en la modelación una herramienta que, mediante mapas de riesgo, apalanque la toma de decisiones de las autoridades.
Referencias
Nota aclaratoria
Este texto compromete la opinión de la autora que lo realiza; este no refleja necesariamente la posición del Programa de Divulgación Científica o de la Universidad Pontificia Bolivariana.
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