La pandemia no solo representa un problema de salud pública, también se convirtió en un fenómeno cultural con proporciones importantes, que modificó radicalmente los hábitos de vida, las rutinas cotidianas y las relaciones con el entorno. Cambió la manera de generar y difundir conocimiento, el acceso a la información y cómo las personas usan el tiempo y el espacio del confinamiento.
Dentro del plan de contención para el coronavirus, la educación virtual ya no es una alternativa, se convirtió en una necesidad para que las instituciones de educación puedan seguir impactando en la sociedad. Según lo hizo saber la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), tras las medidas tomadas por diferentes gobiernos del mundo para contener la propagación del coronavirus, la mitad de los estudiantes del mundo no podrá asistir a sus clases en el colegio o la universidad.
Estos cierres en los diferentes países están afectando alrededor del 70 % de la población estudiantil del planeta. Hasta el momento, solo en Colombia, 12 millones 842 mil 289 estudiantes se han visto impactados por estas medidas, de acuerdo con el seguimiento que realizó la UNESCO a mayo de 2020.
La pandemia, además de cobrar vidas humanas, generará cambios en la sociedad. Ejemplo de ello son: la crisis económica y el impacto en la investigación y el desarrollo científico, pues, acatando las medidas globales de aislamiento, los laboratorios también han cerrado casi en su totalidad y las investigaciones que allí se realizaban se cancelaron o pospusieron. Aunque, tal vez, el panorama cambie de nuevo por las medidas recientes que anunció el Gobierno Nacional.
Una de las funciones de la investigación es entregar información relevante que permita tomar decisiones en los contextos actuales, y por ello los investigadores deben dar respuesta a problemáticas reales.
Para Edwin Javier Ortega Zúñiga, líder del foco de energía y coordinador del Semillero de Investigación en Organizaciones Sostenibles de la Facultad de Ingeniería Industrial en la seccional Palmira de la UPB:
A pesar de presenciar un momento de globalización plena, en el que se comparten proyectos y conocimiento en general, se necesita, además, rotación de personal y de materiales (por las medidas de bioseguridad), y la limitación en la asistencia a los laboratorios ha ralentizado estos procesos, aunque se ha tratado de mitigarlo con la conectividad que hoy brindan las tecnologías de la información y la comunicación.
En ese orden de ideas, el PhD. Robin Octavio Zuluaga Gallego docente investigador de Ia Facultad de Ingeniería Agroindustrial , sugiere a estudiantes e investigadores:
Con esta situación, es posible que se vea afectada la ejecución de recursos y el uso de los laboratorios, pero, por otro lado, habrá un avance importante en la generación de textos y artículos científicos de aquellos procesos e información que se tenía antes”, asegura el profesor Zuluaga.
La pandemia está acelerando las iniciativas virtuales de las instituciones y las experiencias investigativas y culturales que habían comenzado hace años. La transición repentina de lo presencial a lo digital trajo grandes retos . Así, tanto profesores como estudiantes deben sacar provecho del potencial que trae consigo.
La promoción de las formas de participación va más allá de lo que se conocía habitualmente como ‘audiencias’ y ahora debemos preocuparnos por interactuar con públicos activos que se comunican permanentemente entre sí.
La experiencia de docentes como Claudia Patricia Sánchez Aguiar, coordinadora del Semillero en Comunicación Digital de la UPB, puede servir de ejemplo para la necesidad de reinventarse en todos los sentidos:
Conoce aquí cómo el proyecto Ecosistema de contenidos digitales para Apps en Urabá, se adaptó al contexto actual para aportar de manera significativa desde la investigación.
Por la prohibición de concurrir a los lugares académicos, la educación virtual es la forma más eficaz para que los profesores y estudiantes puedan continuar con la formación. Por eso, este año, a finales de marzo, se llevó a cabo por Facebook el II Encuentro Interno de Semilleros de Investigación Multicampus – Eisim 2020 . Un evento que pretendía presentar y divulgar a toda la comunidad los más recientes avances y resultados obtenidos de investigaciones y proyectos desarrollados por estudiantes de la UPB en sus diferentes seccionales: Medellín, Bucaramanga, Montería y Palmira.
Para el profesor Ortega Zúñiga, la dinámica del encuentro fue muy semejante a uno presencial:
Esta experiencia institucional llevó al Programa de Divulgación Científica de la Universidad a preguntarse sobre la percepción de los profesores ante las actuales formas de trabajo. Por eso, consultamos a los docentes investigadores: Gloria Patricia Fernández Morales, Robin Octavio Zuluaga Gallego, Zulamita Zapata Benabithe y Claudia Patricia Sánchez Aguiar, su opinión sobre la posibilidad de continuar con la formación investigativa en los medios digitales:
Estas son algunas conclusiones y aprendizajes que, de acuerdo con el profesor Robin Zuluaga Gallego, nos deja esta época con respecto a la investigación:
Parafraseando al catedrático del País Vasco, Iñaki Mondragón (Q.E.P.D): Uno investiga con los amigos… Cuando uno tiene un buen equipo de trabajo tiene un grupo de amigos en los cuales puede confiar y delegar funciones.
Nota aclaratoria
Este texto compromete la opinión de la autora que lo realiza; este no refleja necesariamente la posición del Programa de Divulgación Científica o de la Universidad Pontificia Bolivariana.
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