La investigación creación es un tipo de investigación que es reconocida oficialmente en Colombia desde el 2017, como una alternativa para la generación de nuevo conocimiento, el desarrollo tecnológico y la innovación. Desde entonces, los proyectos de investigación de las disciplinas creativas pueden desarrollarse, evaluarse y compartirse a partir de mecanismos avalados por el Sistema de Ciencia Tecnología e Innovación. Este reconocimiento subsana una deuda del saber científico con áreas del conocimiento que anteriormente eran inexploradas, al demostrar que también se puede investigar creando.
La investigación creación se entiende como aquella cuyo proceso de desarrollo de obras y productos no corresponden al imaginario tradicional de la ciencia (batas y laboratorios), sino que se vale de sus propios procesos y metodologías para ensanchar las fronteras del conocimiento con resultados originales e inéditos (Minciencias, s.f). La experimentación y el carácter transdisciplinar son clave en los procesos de creación y dan un lugar a otros tipos de saberes no institucionalizados en la conversación sobre el conocimiento.
En este contexto se enmarca el proyecto de investigación creación Casadentro. Saberes tradicionales de la domesticidad cotidiana en narrativas de mujer, ganador de la convocatoria InvestigARTE 2.0 de Minciencias. En este ejercicio participamos más de 60 personas formadas en saberes como arte, comunicación, diseño, arquitectura, cocina tradicional, siembra, gestión comunitaria y patrimonial, entre otros. Ese grupo contó con la participación de la Universidad Pontificia Bolivariana, la Universidad de Caldas, la Universidad Nacional de Colombia sede Manizales, la Universidad Pedagógica Nacional y la Alianza Francesa de Manizales.
Con Casadentro quisimos renarrar de manera colaborativa los saberes de mujeres habitantes de un territorio multicultural, complejo y diverso, a partir de la co-creación de relatos expandidos y de estrategias de apropiación social del conocimiento. Nuestra motivación fue contribuir a la gestión del patrimonio cultural e identitario del país. Sin embargo, en el proceso aprendimos también del encontrarnos con otros, de trabajar en equipo y de la importancia de la comida para posibilitar el diálogo. Estas son las cinco enseñanzas que nos dejó este trabajo:
El reto de trabajar entre diversas personas tiene la ventaja de poner a conversar muchas miradas y maneras de hacer. La clave para lograr producir una riqueza amplia de productos finales fue siempre el diálogo con las otras y los otros, abrir espacios para crear desde la diferencia y el disenso. Así, logramos consolidar una amplia gama de productos, que van desde los tradicionales artículos científicos hasta paisajes sonoros y un documental, una estrategia de talleres llamada Colaboratorios, y dos exposiciones artísticas realizadas en Manizales y Riosucio, entre otros.
No solo nos encontramos con otras maneras del saber sino, desde nuestras propias disciplinas, pudimos reformular las maneras de pensar y hacer predominantes. Por ello reflexionamos en relación con el diseño y su quehacer. Creemos que es preciso un diseño territorializado. Que se ocupe de poner en situación los fenómenos espaciales y sociales de un lugar para proponer desde ahí, con las herramientas que han construido los mismos habitantes, otros futuros posibles más sostenibles, interrelacionados y empáticos. Como resultado hacemos un llamado al diseño por buscar en lo local y cercano otro tipo de respuestas a viejos problemas, o mejor aún, nuevas preguntas que atender.
Te puede interesar: Narraciones de mujer sobre la casa rururbana de Riosucio (Caldas): experiencias de otras maneras del diseño desde un proceso de investigación creación
Desde el principio teníamos la intuición de que la casa era un lugar clave para entender la pequeña escala del hábitat. Al final lo que aprendimos fue que es un nodo fundamental. En la casa rural (o rururbana) se entreteje una trama de relaciones que posibilitan la existencia. Y allí las mujeres, con un rol aparentemente asociado a lo doméstico, son quienes desde acciones cotidianas sostienen la vida y construyen nuevos espacios y roles. Aprendimos cómo, gracias a las abuelas que tejieron canastas, asaron arepas y cultivaron el campo, hoy sus nietas son profesionales que trabajan en y por sus mismas comunidades.
Este proyecto nos enseñó que la casa rural se expande, se conecta con otras casas de la comunidad y que al producir esas relaciones se generan identidades y memorias. Que lo que aparentemente es pequeño, cotidiano y doméstico, resulta un factor clave para la constitución de las grandes narrativas que tenemos como sociedad. Las distintas casas de Riosucio y los saberes de campesinos, indígenas y urbanos nos mostraron una pequeña escala de Colombia. Nos enseñaron el valor simbólico, afectivo y sensible que tienen los espacios habitados.
Visitamos y compartimos. En las casas aprendimos que la comida es la mejor manera de propiciar un diálogo, no solamente porque se usa como gesto de cuidado y hospitalidad, sino, sobre todo, porque las preparaciones, los artefactos y los espacios alrededor de la comida son vehículos de la memoria que conectan generaciones y palabras. Muchas cocinas nos recibieron para conversar, una de las más importantes fue la cocina Saberes y Sabores, en la comunidad de El Claret, Resguardo Indígena Escopetera y Pirza. En ese lugar, Luz Mary Bartolo custodia las semillas con las que quieren recuperar la memoria de su comunidad, desde el paladar.
La reflexión final: eso que aparentemente es pequeño, como la cocina, el trabajo en el campo, el cuidado de animales y plantas, que muchas veces se ve opacado y silenciado por roles vistosos y grandes relatos, son acciones realmente potentes, necesarias y vinculares. Cuando nos acercamos a verlas, compartirlas y escucharlas, encontramos un poco de nosotros mismos en ello. Sin esas acciones la vida en la ciudad no sería posible. Aprendimos que esas mujeres que desde lejos parecen silenciadas, en lo cercano tiene voces fuertes que sostienen y mantienen la vida.
Escucha aquí la temporada: Casadentro, en Universitas Científica podcast.
Nota aclaratoria
Este texto compromete la opinión de la autora que lo realiza; este no refleja necesariamente la posición del equipo de Divulgación Científica, la Vicerrectoría de Investigación Multicampus o de la Universidad Pontificia Bolivariana.
Por: Semillero de Investigación en Derechos Humanos SIDHU
10 mar. 2021
Por: Laura Montoya Carvajal
12 dic. 2022
Por: Alfonso Galindo Hervás
7 jun. 2022
Resolución 020198 del 31 de octubre de 2024 por un periodo de 8 años
Universidad sujeta a inspección y vigilancia por el Ministerio de Educación Nacional.
Otorgado por el Ministerio de Educación Nacional. Nit UPB: 890.902.922-6. Todos los derechos reservados