Te enseñamos cómo manejar la frustración de manera efectiva

La sociedad y la cultura en la que estamos inmersos nos hace crecer con expectativas muy altas para cada una de las etapas de nuestras vidas. Cuando estas no se cumplen como se planearon, o en el tiempo supuesto, aparece la frustración.

La frustración es, entonces, la reacción que surge cuando las metas no se cumplen de la forma esperada y en el tiempo pensado. Y esta, dependiendo de la manera en que cada persona la maneje, se puede llegar a evidenciar en forma de ira, ansiedad, entre otras emociones.

La vida universitaria es una de esas etapas que llega cargada de muchas expectativas, tanto por parte de las familias como por parte de los estudiantes, pues en ella no solo se invertirá tiempo y se determinará la actividad a la que se dedicarán en su vida, sino que allí se reflejan los sueños y planes que se hacen desde la niñez, como, por ejemplo, la respuesta a ¿qué quieres ser cuando grande?

 

  Imagen tomada de www.freepik.es

Sin embargo, estos sueños llegan al mismo tiempo que la nueva realidad de la vida universitaria, con una carga académica mayor a la del bachillerato, que demanda más dedicación y tiempo de estudio, con un horario diferente todos los días, y en la cual, además, la vida social también parece empezar desde cero. 

Hacer nuevos amigos, ganar todas las materias, terminar el pregrado en cinco años, tener el mejor promedio, pertenecer a grupos de investigación o realizar actividades extracurriculares son algunas de esas expectativas que, al no cumplirse o tomarse más tiempo del deseado, pueden generar frustración en los estudiantes. 

Por esta razón, en este blog se hablará de las reacciones emocionales que se dan cuando no se cumplen las expectativas y se darán algunas recomendaciones que podrían ser útiles para saber cómo manejar la frustración, tanto en el entorno universitario como en la vida en general. 

 

  Imagen tomada de www.freepik.es

Para ello hablamos con Esteban Tavera Quintana, psicólogo de Bienestar Institucional de la UPB, quien, para empezar, relacionó la frustración con lo que él llama el “efecto microondas” y con la cultura de la inmediatez, en donde se les pide a las personas, que, así como la comida está caliente y lista para su consumo en un minuto, cumplan con las metas que se proponen lo más rápido posible.

Sin embargo,Esteban Tavera hace hincapié en que la vida no funciona de esta forma, y menciona que cuando no se alcanzan los logros en un término de tiempo establecido, se empiezan a generar displacer, ira, y otras emociones producto de la frustración y del desconocimiento de las herramientas que se podrían utilizar para gestionarla. 

La aparición de la frustración también está culturalmente relacionada con el “merecimiento”, que se da cuando las personas, a raíz de sus comportamientos, y de las concepciones de lo que es bueno y lo que es malo, se comparan con otras y con lo que ellas han logrado. Un ejemplo de esto es el imaginario de que a las personas buenas les pasan cosas buenas, pero cuando no es así, se genera frustración y surge la pregunta de ¿por qué a él sí, y a mí no?

Conoce más sobre el pregrado en Psicología de la UPB.

Algunos pasos que se pueden seguir para saber cómo manejar la frustración, según el psicólogo de Bienestar Institucional, Esteban Tavera, son: 

1. Identificar qué es lo que genera frustración: analizar las situaciones para saber qué es lo que produce displacer, y reconocer en el propio cuerpo la emoción que eso desata. 
2. Autoconocimiento: empezar un camino que permita conocerse lo suficiente para saber cómo reaccionar de manera distinta ante esas situaciones que generan frustración. 
3. Inteligencia emocional: esta permite comprender las situaciones y ser capaz de mirarlas de manera “objetiva” o “desde afuera”, para poder manejar las emociones. 
4. Adaptación a las circunstancias: ser resiliente, comprender que no todo se tiene bajo control, y que son las personas quienes se adaptan a las situaciones, y no al contrario. 

Es importante trabajar en el autoconocimiento que es lo que permite sondear desde cualquier punto de vista las situaciones frustrantes, ya que esta puede desencadenar emociones básicas o primarias o puede llevar a temas más complejos como la pérdida de motivación o sentido de vida, tener episodios de ira, o hasta trastornos psicológicos más serios como la ansiedad y la depresión.

Es en ese sentido, afirma el psicólogo, que la educación en inteligencia emocional es fundamental, y se debería iniciar desde temprana edad, pues ella determina la manera en que los jóvenes y adultos asumen los retos o las situaciones que les generan cierta incomodidad, y la forma de manejar la frustración. 

Destaca también que la Universidad Pontificia Bolivariana cuenta con espacios de asesoría psicológica para los estudiantes, que muchas veces no son aprovechados por desconocimiento, en donde se brindan hasta tres sesiones gratuitas y, en caso de ser necesario, se da la remisión interna al Centro de Familia y al Centro de Atención Psicológica.

Las puertas de Bienestar Institucional están abiertas para toda la comunidad bolivariana, para brindar un acompañamiento en el transitar por la vida, y en la toma de decisiones desde la consciencia y el autoconocimiento, en donde se busca reiterar que hay asuntos, como la frustración, que se pueden aprender a regular.